El Chivato

José Luis Sampedro: «Toda mi vida me he hecho a mí mismo y asumí el deber de vivir»

El escritor, economista y humanista José Luis Sampedro consiguió emocionar anoche a los cerca de 300 asistentes a los Premios AISGE con un discurso en el que hizo balance de sus intensos 94 años de vida. «Toda mi vida me he hecho a mí mismo y asumí el deber de vivir. Y eso exige libertad de pensamiento frente a esta sociedad opresora», resumió a los centenares de artistas congregados en el Auditorio Caixaforum de Madrid. Sampedro fue, junto a Ayuda en Acción, galardonado con el premio HazTuAcción, que la Fundación AISGE concede a entidades o personalidades que luchan por un mundo más justo y solidario. Por su parte, los premios Actúa a los actores y bailarines de trayectorias profesionales más exitosas y longevas recayeron en Amparo Baró, La Chunga, Cesc Gelabert, Lola Herrera, Álvaro de Luna y Fernando Guillén, que emocionó a muchos en su primera comparecencia pública tras dos años de convalencencia por enfermedad.

El premio Actúa a Fernando Guillén fue el primero en otorgarse en una gala conducida con humor y dinamismo por los actores Llum Barrera y Carlos Castel. Su hija Cayetana Guillén Cuervo (Fernando Guillén Cuervo llegaría unos minutos después) y la madre de esta, Gemma Cuervo, fueron las encargadas de entregarle la estatuilla, no sin pocos esfuerzos por contener las lágrimas. «Papá ha sido siempre generoso, ha estado a nuestro lado, no ha pedido explicaciones por nada. Es uno de los tres hombres de mi vida», resumió Cayetana. El homenajeado, que ha superado dos años de médicos y hospitales, agradeció «profundísimamente» las caras emocionadas que le contemplaban. «Prefiero contener las lágrimas, porque aquí veo personas que merecerían no unas lágrimas, sino un auténtico sofocón», confesó. Y pidió disculpas por su «voz de viejecito, fruto de la convalecencia», pero prometió al auditorio: «El próximo año estaré aquí, aplaudiendo a rabiar a los homenajeados. Y espero que para entonces haya recuperado ya mi gran voz de galán…».

Lola Herrera

La gran intérprete vallisoletana recibió su Premio Actúa de manos de su hija, Natalia Dicenta, y de Juanjo Artero, su compañero de reparto en la obra teatral Seis clases de baile en seis semanas, con la que ambos han compartido varios años de gira por toda España. «Los años nos van deteriorando, pero el escenario es el mejor lugar de rehabilitación», anotó la galardonada, agradecida a una profesión «en la que todos somos particulares, especiales, raros, pero nos entendemos muy bien». Dicenta se animó a cantarle a capella una de sus canciones favoritas, The way you look tonight, y Artero deseó nuevos éxitos «a una gran actriz cuya fragancia debemos disfrutar con los cinco sentidos».

Álvaro de Luna

El inolvidable Algarrobo en la serie Curro Jiménez arrancó una de las ovaciones de la noche al proclamar: «Andan diciendo que a lo mejor nos quitan el Ministerio de Cultura. Es igual. Con un conserje que haya en Cultura, nosotros seguiremos contando historias y transmitiendo emociones». Su premio Actúa lo recibió de manos de dos grandes aliados, Rosario Pardo y Antonio Valero, y admitió que le suponía motivo de orgullo. «Cuando me llamaron pensé: ¿Por qué a mí? Pero me hacía tanta ilusión estar aquí con vosotros que enseguida acepté. No quise objetar nada, no fuera a ser que se hubiesen equivocado…».

La Chunga

Su gran amiga Paloma Cela fue una de las entregadoras de este Premio Actúa, junto a un Fernando Chinarro que recitó con voz poderosa aquellos versos célebres: «Porque con sus pies descalzos / tiembla de envidia el suelo…». Micaela Flores Amaya, La Chunga para la posteridad del arte flamenco, se dirigió a sus compañeros con su habitual espontaneidad. «Cuando me dijeron del premio yo pensé: ¡pero si ya no bailo! De todos modos, lo acepto como un recuerdo divino. Gracias a todos los socios de AISGE, por todo y por… ¡yo qué sé más!».

Cesc Gelabert

El tándem integrado por la bailarina Laura Hormigón y el actor Alberto Amarilla fue el que condujo la entrega del Premio Actúa al gran bailarín y coreógrafo barcelonés, al que definieron como «un hombre que sueña y hace realidad sus sueños a fuerza de movimientos». El galardonado, que quiso compartir los honores con su compañera, Lydia Azzopardi («este premio es casi más suyo que mío»), habló de la danza como una pasión intrínseca. «Estamos condenados a vivir bailando porque estamos siempre habitando nuestro cuerpo». Sugirió, eso sí, el compromiso del público con el arte. «Todos podemos beber de la fuente de la cultura, pero también debemos regarla, nutrirla. Debemos adquirir ese compromiso por los dos lados».

Amparo Baró

La responsable de las collejas más célebres de la televisión española no pudo recoger en persona el trofeo por encontrarse en las tablas con Agosto, pero Pepa Aniorte y Jorge Suquet dieron paso a un vídeo de la homenajeada. «Gracias por acordaros de mí», anotaba desde su camerino en el madrileño teatro Valle-Inclán. «Mi trayectoria es muy larga, pero creo que nunca he dejado de estar y sentirme comprometida con los valores de mi profesión». Además, aplaudió la trayectoria de AISGE en su defensa de las artes interpretativas, «una realidad que hace unos años parecía imposible».

Ayuda en Acción

Manuel Bandera y Ana Turpin entregaron el primer premio HazTuAcción de la noche al presidente de Ayuda en Acción, Jaime Montalvo. El representante de esta organización (treinta años de historia, mil voluntarios, más de 150.000 colaboradores y proyectos en 22 países) mostró su admiración por los actores («son un ejemplo a la hora de transmitir los valores de solidaridad y compromiso»), pero también de los miles de donantes anónimos que contribuyen a las causas justas. «Algunos sacan recursos de unas arcas muy maltrechas, pero son seres humanos generosos que respetan y valoran el protagonismo de las personas».

José Luis Sampedro

El otro receptor del premio HazTuAcción cerró la velada con un parlamento emocionantísimo. Tras recibir el trofeo de manos del ex rector de la Universidad Complutense Carlos Berzosa y de la presidenta de AISGE y la Fundación AISGE, Pilar Bardem («voy a agarrarme fuerte para presentar a este hombre, porque soy mujer de lágrima fácil»), el nonagenario literato y economista se confesó «abrumado» y tardó unos segundos, emocionado por las ovaciones, en tomar la palabra. El autor de La sonrisa etrusca confesó su admiración por el mundo de la interpretación: «Mi oficio es la palabra, pero la palabra está incompleta. Es solo un proyecto de expresión. La palabra ‘cabrón’ puede ser un insulto espantoso o una palabra dulcísima en la intimidad de la cama. Como escritor, siento que dibujo el plano del edificio pero sois vosotros, los actores, quienes lo termináis construyendo. Hoy, desde mi humildad más sincera, soy uno de vosotros».

A renglón seguido quiso hacer un somero balance de sus 94 años de vida. «Siempre me he hecho a mí mismo y asumí el deber de vivir. Y eso exige libertad de pensamiento frente a esta sociedad opresora que prefiere prohibir y ofrecernos creencias en lugar de razones», explicó. Y luego recordó su larga vinculación con la economía, una ciencia que solo admite, dijo, dos posturas. «Están los economistas que tratan de hacer cada vez más ricos a los ricos y los que hemos intentado hacer menos pobres a los pobres. Yo ingresé de joven en un banco en el que llegué a subdirector general, pero logré salir de él totalmente ignorante de todas las operaciones bancarias. Y eso me ha librado de ser banquero, lo cual hoy me provocaría una gran confusión…».


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