El iconoclasta madrileño-vigués Julián Hernández, ideólogo, fundador y artista multitarea en el grupo ‘Siniestro Total’, se ha prestado a hacer balance de su trayectoria vital y musical en el libro ‘Tremendo delirio: Conversaciones con Julián Hernández y biografía de Siniestro Total’ (Libros Zona de Obras/SGAE), escrito por los periodistas musicales Kike Babas y Kike Turrón. La obra, prologada por el diseñador Oscar mariné, la escritora compostelana Marilar Aleixandre y el ‘showman’ Manuel Manquiña, retrata con detalle el agitado periplo estético e ideológico de la banda en sus 20 primeros años. Dividido en cinco capítulos que hacen referencia a las cinco etapas que el grupo ha atravesado (sus principios, el ‘punk’, el ‘rock and roll’, la fama y el ‘blues’), también incluye un álbum fotográfico y las carátulas de todo los discos.
A lo largo de 200 páginas, Hernández apunta las hilarantes denominaciones iniciales de la banca, como ‘Mari Cruz Soriano y los que afinan el piano’; dexcribe el accidente automovilístico del que surgió el nombre definitivo; y relato, con memoria minuciosa, los conciertos que hicieron en los primeros 80.
Junto a anécdotas sorprendentes –como de la chica que se cae sobre la batería en un concierto y con la terminó casándose–, Hernández recuerda aspectos como las difíciles relaciones del grupo con Germán Coppini, su primer cantante, que poco después fundaría ‘Golpes Bajos’ junto a Teo Cardalda.
«Una cosa como un libro sobre uno mismo, sobre todo en los músicos, que son vanidosos, tendría que ser un subidón de ego hasta la estratosfera, pero a mí me da mucha vergüenza, por pura timidez», afirmó hoy el propio Hernández en rueda de prensa, en la que también reconoció que para que la obra saliera adelante ha tenido que hacer «un ejercicio de memoria».
En esta misma línea, este artistas señaló que «la historia de ‘Siniestro Total’ ha sido la historia de una supervivencia, de una mezcla de suerte, trabajo y tozudez, que han dado como resultado el ‘tremendo delirio’ –dijo en relación al título de la obra– que han sido nuestros 20 años de carrera».
Hernández está convencido de que el título de la obra que hoy se presentaba es muy acertado, ya que, desde su punto de vista, «dedicarse a la música es un delirio, y en nuestro caso es tremendo». «Nuestra historia ha sido tremendamente divertida y angustiosa, y siempre delirante», añadió un artista que no siente «nostalgia» de ninguna etapa anterior a la actual.
