El Teatro Arbolé presenta «¡Que viene el lobo!» de la compañía asturiana Kamante Teatro, un espectáculo que hace una relectura de los cuentos más conocidos que tienen al lobo como protagonista, porque Lobezno quiere ser un lobo de cuento pero no sabe cómo. Destinada al público familiar (a partir de 2 años), este fin de semana (días 28 y 29 de enero) se realizarán tres funciones: sábado a las 18 h, y domingo a las 12 h y a las 18 h.
Esta obra ha recibido numerosos premios: al Mejor Espectáculo y a la Mejor Intérprete Femenina en FETEN 2007 (Feria Europea de Teatro para Niños y Niñas); y al Mejor Espectáculo Infantil y al Mejor Autor en los Premios Asturias de las Artes escénicas 2006.
«¡Que viene el lobo!» es un espectáculo de teatro y títeres en el que se hace una relectura de dos de los cuentos más conocidos que tienen al lobo como protagonista: «Caperucita roja» y «Los tres cerditos». Lobezno, el protagonista de esta historia, vive en un zoológico y sueña con alcanzar la luna. Quiere ser lobo de cuento pero no sabe cómo.
…Cada noche mientras contempla el reflejo de la Luna, sueña con poder alcanzarla y se pregunta cómo será la vida «al otro lado». Está convencido de que el mundo es grande y redondo y no pequeño y cuadrado así que un día se escapa decidido a ser Lobo de Cuento, pues ha oído decir que en ellos todo es posible. Pero la vida al otro lado no es sencilla. Lo primero que hace es ir a la Escuela de Lobos donde descubre que los lobos de cuento son lobos feroces, y si quiere quedarse tiene que comerse a alguien.
Lobezno se introduce en «Caperucita» y «Los tres cerditos» con la intención de hincarles el diente, pero es incapaz hacerlo por lo que deberá abandonar para siempre los cuentos. Lobezno, a punto de rendirse, recuerda una historia que le contaba su abuela y descubre cómo quedarse y ver cumplidos sus sueños sin renunciar a su propia identidad, porque con voluntad e imaginación se puede sobrevivir, sin necesidad de renunciar a la propia identidad.
¡Que viene el Lobo! pretende ser «una mirada nueva» sobre este popular personaje tan arraigado en el imaginario colectivo. Es una historia de crecimiento personal, que funciona como todas las fábulas y cuentos: el lobo puede ser cualquiera de nosotros, una persona que duda, que está insatisfecha, que se siente desplazada, pero que con la imaginación puede llegar a donde se proponga. Y, al final, la luna abraza al lobo con todos sus sueños en el interior.
El montaje, dirigido por Luis Vigil sobre un texto de Luisa Aguilar e interpretado por la propia autora, ha llevado al límite los elementos de expresión que confieren un sello propio a la compañía: el lenguaje con objetos, el lenguaje corporal y el dibujo de la voz. La escenografía es muy conceptual y los títeres están elaborados con todo tipo de materiales: embudos, cucharas y tenedores de madera, teteras… La música, de Ramón Prada, es muy importante en la historia.
