El Teatro Arriaga de Bilbao acoge los días 28 y 29 de enero el estreno de ‘OYMYAKON: habitación 101’, nuevo film escénico de la compañía Khea Ziater, con Alex Gerediaga a la cabeza, que vuelve a la creación propia y lo hace con la clara intención de continuar avanzando en su línea de búsqueda en torno a la relación de los códigos escénicos y cinematográficos.
‘OYMYAKON: habitación 101’ supone el retorno a la actividad propia de la compañía Khea Ziater y del director Alex Gerediaga, tras dirigir el año pasado su versión de ‘Macbeth’, una de las producciones del Teatro Arriaga más importantes de la pasada temporada pasada.
Arrate Etxeberria, Miren Gaztañaga y Txubio Fdez. de Jauregui forman el reparto de este nuevo trabajo de la compañía bilbaína, su séptimo montaje, para el que Gerediaga ha trabajado con su equipo artístico habitual formado por Azegiñe Urigotia, Oier Ituarte, Javi Andraka, Jesús Pueyo, Son Aoujil e Ibon Aguirre. Así, ‘OYMYAKON: habitación 101’ es una producción fiel al estilo Khea Ziater, exhibiendo una visión escénica cuidada, una estética potente y dotando de peso a la luz, la música y los recursos audiovisuales. De esta forma, vuelven a ofrecer un teatro con una narrativa particular y reconocible, en este caso presentando una tierna tragedia al más puro estilo Tarchov.
Sinopsis
Una habitación. Ningún lugar.
Tres habitantes del frío y las ausencias.
El deseo de compartir el miedo hasta hacerlo desaparecer.
‘OYMYAKON: habitación 101’ es nuestro espacio íntimo. Es la sede del solipsismo, donde dejamos de relacionarnos con el resto. El lugar donde nos escondemos. Una habitación con baño, donde el espejo es la ventana y no hay puerta de salida; solo imágenes que nos muestran lo que somos. Allí descubriremos a estos personajes que cohabitan sin saberse, delatándose ante la necesidad que tienen del otro.
Título
El título guarda dos referencias. Por un lado OYMYAKON, el rincón habitado más frío del planeta. Su nombre en idioma yakuto significa “agua que no se congela”. Y por otro, la HABITACIÓN 101, una habitación ficticia del también ficticio ‘Ministerio del amor’, ambos creados en la novela 1984 de George Orwell, donde los sospechosos son sometidos a aquello que les causa más miedo.
