Palomitas de maíz
Obra: K.O.S.
Intérpretes: Mireia Serra, Nuria Loansi, Xabi Bobés
Espacio escénico: Joan Ribas
Música: Oscar Albadalejo
Iluminación: Afra Rigamonti
Dramaturgia y dirección: Marta Galán
Producción: Compañía La Vuelta
La Fundición –Deustua- 21-04-02
La infraactuación puede ser tan gravosa como la sobreactuación. En esta propuesta se juega en un elástico límite fronterizo entre la realidad y el simulacro, entre lo que es una dramaturgia con actuación y lo que es un artificio que sucede, pero que viniendo informado y contextualizado, se presenta como unos brotes aparentemente espontáneos en donde no existen personajes, sino actuantes que dicen unos textos, en ocasiones de una manera muy especial porque intentan colocarle emociones y sentimientos, pro que, a la vez, y est es la paradoja, se intenta amortizar como significante escénico.
Todo lo anteriormente escrito puede ser más atractivo en este terreno teórico, que en la práctica, donde se nota una ordenación, una vocación de espectáculo, con la música en directo, los efectos, hasta la iluminación, pero que se mueve en unas sombras de definición con lo que encontrar una clave de comprensión y de enganche no e tarea fácil. Se recomienda como provocadora de cuestionamientos de todo lo que sucede o se cuenta, se representa, y la realidad, del modo más obvia se va instaurando dentro de la propuesta tejida desde las premisas teatrales cuando se hace delante de todos unas sartenes de palomitas de maíz, primero se ve como se pueden convertir en un divertido aparato de feria, sonidos, pequeñas explosiones y brincos de los granos de maíz mientras se convierten en palomitas y después en comunión con los espectadores a los que se invita a un vino y a este aperitivo.
Lo mejor es la abertura de incógnitas, aunque como hecho teatral, como espectáculo, como obra, no aporte mucho más que algunas impresiones, se debe entender desde la experimentación y la búsqueda, confiando en que se encuentre una manera de traspasar la fase paradójica y entrar en la que el arte y la transformación, aunque sea artificiosa, de la realidad supere lo que es un dejarse ir sobre el escenario dentro de un ritmo y una propuesta que calificaremos de interesante con ciertas reservas. Carlos GIL
