La 41 ª edición del Festival de Otoño apuesta por la creación híbrida nacional e internacional
Tendrá lugar del 9 al 26 de noviembre en la capital madrileña y otros 15 municipios de la región
El Festival de Otoño mira al futuro en una 41ª edición asumiendo que su identidad pasa por respetar su propia historia sin dejar de ambicionar ser reflejo de una actualidad artística donde lo híbrido es cada vez más la norma, donde generaciones y estilos distintos conviven y se enriquecen mutuamente. Dirigido por cuarto año consecutivo por Alberto Conejero, esta nueva edición del festival, cuyo cartel incorpora una fotografía de Chema Madoz, se va a celebrar del 9 al 26 de noviembre con su epicentro en los Teatros del Canal, pero irradiando en todas direcciones hasta llegar a otros 12 espacios de la capital y a 15 municipios de la Comunidad de Madrid.
La presencia de grandes nombres internacionales es uno de sus sellos característicos, aunque este año el festival tiene un marcado acento nacional con la presencia de muchas compañías y artistas que representan la gran vitalidad de la escena española, apostando tanto por seguir acompañando la trayectoria de Angélica Liddell, María Velasco, Luz Arcas, Mal Pelo, Jesús Rubio Gamo, Nao Albet y Marcel Borràs, María Goiricelaya, Albert Boronat, Jomi Oligor, Shaday Larios, Lobato & Rojas, Alberto Cortés o Mucha Muchacha, como por dar espacio a alguien tan importante para el teatro español como José Sanchis Sinisterra.
También la identidad del festival pasa este año por reflejar la propia libertad del escenario vivo, que se maneja con su propio algoritmo aglutinando diversas formas de abordar el impulso creativo y las reúne en experiencias que mezclan lo físico, lo musical, la palabra o el objeto. Como cuando la palabra de María Velasco se combina con la música de Tulsa; cuando el violín a dos arcos de Luz Prado se combina con el movimiento de Jesús Rubio Gamo; cuando la anatomía se combina con la poesía y la historia con la escucha del objeto como en los casos de El Patio Teatro o de El Solar Agencia de Detectives de Objetos; cuando la melancolía del clown o la relación adolescente con la pantalla se combina con la música clásica, como en los casos de Thèâtre des Bouffes du Nord y el CDN de Orléans.
Además esta edición tiene la vocación de dialogar con el mundo de hoy, con las grandes historias del presente, con todas sus contradicciones y con todas sus virtudes, con sus declinaciones políticas, éticas y estéticas, pero también lúdicas y emotivas. “Porque el Festival de Otoño -ha asegurado Alberto Conejero– acoge la diferencia, la celebra y la hace propia. Somos lo que nos sorprende. Somos también aquello que aún no entendemos, pero sentimos como propio”. Así, Angélica Liddell, traerá a los Teatros del Canal su obra inspirada en el torero Juan Belmonte, ‘Liebestod‘, un poema escénico sobre el amor y la muerte acompañado de la música de Wagner. Esta obra forma parte de un ciclo impulsado por el suizo Milo Rau desde su posición como director artístico del NTGent en Bélgica, bajo el título genérico de ‘Historia(s) del Teatro’. En ese ciclo está también ‘One Song’, de la creadora belga Miet Warlop, que veremos en Condeduque. Y el propio Milo Rau está programado, también en Condeduque, con su particular visión del mito en Antígona en el Amazonas, un híbrido de teatro y cine que enraíza el conflicto actual de los campesinos del Amazonas en la inmortal historia griega donde una mujer se enfrenta a la todopoderosa razón de Estado.
Otras tres grandes figuras de la escena internacional visitarán Madrid en el marco del festival. Por un lado, la belleza física y plástica de Dimitris Papaioannou, que veremos en los Teatros del Canal. El artista griego baila junto al alemán Šuka Horn en INK, un dúo impresionante que incorpora nuevamente el agua como elemento poético, símbolo de una naturaleza indomable. En segundo lugar, también en Canal, el director belga Ivo Van Hove traerá su adaptación teatral de la novela ‘Quién mató a mi padre’, del joven escritor francés Édouard Louis, un monólogo que se convierte en artefacto político arrojadizo en el cuerpo y la voz del actor Hans Kesting. Y por último, de nuevo en los Teatros del Canal, vuelve 12 años después la coreógrafa y directora Sasha Waltz con ‘In C‘, que traslada a la danza la revolucionaria partitura homónima de Terry Riley, considerado el padre de la música minimalista.
La presencia latinoamericana es igualmente una constante en este festival. Este año Daniel Veronese, que llega desde Argentina con el resultado de su aproximación al escritor norteamericano David Foster Wallace en ‘Encuentros breves con hombres repulsivos‘, una oportunidad para seguir cuestionando las masculinidades hegemónicas. Desde Uruguay llega la Comedia Nacional de Montevideo con ‘Constante’, una obra inspirada en ‘El príncipe constante’ de Calderón de la Barca, con versión de Guillermo Calderón y Gabriel Calderón, y dirección de este último. La obra se podrá ver en el Teatro de la Comedia, sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que entra por primera vez como colaboradora del Festival de Otoño. El propio Guillermo Calderón también está programado en los Teatros del Canal con una de las obras que contribuyó a su consagración como uno de los dramaturgos fundamentales del presente chileno. ‘Villa’, es sencilla en su puesta en escena pero cruda y directa, recuperada 12 años después de su estreno con motivo de los 50 años del golpe militar que derrocó el gobierno de Allende en 1973.
En cuanto al capítulo musical, el festival ha programado un gran número espectáculos, empezando por la partitura rítmica que presenta la coreógrafa canadiense Catherine Gaudet en ‘Les jolie choses’ a partir de la música maquinal de Antoine Berthiaume. También, ‘Sans tambour’ del parisino Théâtre des Bouffes du Nord, que podrá verse en el Teatro María Guerrero del Centro Dramático Nacional. Una pieza dirigida por Samuel Achache que se construye sobre una dramaturgia no lineal a partir de la descomposición de una relación de pareja, con humor y melancolía y la compañía musical de los lieder de Schumman. Mucha música hay asimismo en otra obra que llega desde Francia, ‘Aria da Capo‘, producción del CDN de Orléans/Centre-Val de Loire con dirección y dramaturgia de Séverine Chavrier.
Volviendo a la escena nacional, La Phármaco presenta el estreno absoluto de la trilogía ‘Bekristien/Cristianos’ en los Teatros del Canal, donde la directora y coreógrafa Luz Arcas ha contado con la música de Le Parody para abordar tres piezas (‘La domesticación‘, ‘Somos la guerra‘ y ‘Numerosos seréis desierto’) que intentan reflexionar sobre la compasión como necesidad humana, el trauma social y el fracaso colectivo. Igualmente, y también en los Teatros del Canal, María Velasco y Miren Iza (Tulsa), se reúnen con la coreógrafa Josefina Gorostiza para contar la historia de ‘Amadora‘ y elevar una oda a las madres que nos parieron. En otras dos experiencias híbridas, el bailarín y coreógrafo Jesús Rubio Gamo se une a la violinista Luz Prado para realizar sus ‘Estudios elementales’ en la Sala Mirador; y la actriz Eva Rufo se alía con el músico Enrico Barbaro para en un recital electrónico de inconfesiones femeninas en ‘Yo deseo’, que se podrá ver en la Sala Réplika.
La veterana compañía radicada en Girona Mal Pelo tendrá una doble presencia en el festival. Por una parte, en los Teatros del Canal presentará, ‘The Mountain, the Truth & the Paradise’, un solo que Pep Ramis creó y estrenó en 2017, apoyado en textos de Erri de Luca. Por otro lado, el estreno en Madrid de la última creación del grupo, ‘Double Infinite. The Bluebird Call’, un dueto en el que los dos fundadores de Mal Pelo, el propio Ramis y María Muñoz, van a volver a bailar juntos y solos en escena después de mucho tiempo, con la compañía sonora de la partitura compuesta por Fanny Thollot. Además, los Teatros del Canal acogerán el proyecto de debut como creadora de la bailarina griega Ioanna Paraskevopoulou, habitual de los montajes de Christos Papadopoulos. Junto a Georgios Kotsifakis ejecuta ‘MOS’, una performance donde juegan y dialogan con una serie de imágenes tratando de transcribir lo que ven al espacio a través del cuerpo y de una serie de objetos y materiales sonoros. Y en Teatro Pradillo se presenta ‘Esquizofonía’, de Silbatriz Pons, obra donde cobra especial protagonismo el silbido.
El teatro nacional toma la palabra
Esta edición ha reunido una serie de dramaturgias entre las que hay autores seminales y generaciones intermedias y nuevas voces abriéndose paso en nuestro teatro. El director valenciano Carles Alfaro pone en escena ‘El lector por horas’, una de las obras que mejor resume la poética de José Sanchís Sinisterra. Será en el Teatro de La Abadía, con Pere Ponce y Pep Cruz. Además, Mayorga estará presente en el festival con una nueva obra en la que dirige al actor inglés Will Keen, ‘La gran cacería’. Una producción del Teatro del Barrio que podrá verse en la Sala Cuarta Pared. Y en los municipios de la Red de la Comunidad de Madrid estará otra obra de Mayorga, ‘La lengua en pedazos’, en versión portuguesa de la Companhia de Teatro de Braga, con dirección de Ignacio García.
Por otro lado, de Cataluña llegan Nao Albet y Marcel Borrás, que van a escenificar su separación como dúo artístico cuando aún no se han quitado de encima el sambenito de enfants terribles de la escena. Los veremos en el Teatro de La Abadía, mientras que el Círculo de Bellas Artes que vuelve a ser sede del festival, acogerá la singular propuesta escrita y dirigida por Albert Boronat, ‘Una casa en la montaña’. Se trata de la reunión de 20 espectadores y dos actores (más el propio Boronat) en torno a una mesa para comer, beber y disfrutar juntos de la esencia del arte teatral: el relato de historias. Desde el Teatro Principal de Palma llega a la Sala Cuarta Pared la obra ‘Les maleïdes‘, de Sergio Baos, un cuento tragicómico y un tanto gamberro que tiene tres mujeres, abuela, madre e hija como protagonistas. Por otra parte, desde Euskadi llegará la premiada ‘Yerma‘, de la compañía La dramática errante. Su directora y adaptadora, María Goiricelaya, se llevó precisamente el último Premio Max a Mejor Adaptación por esta obra, que se verá en los municipios de la Red de la Comunidad de Madrid.
También La Rueda, que presenta en los municipios de la Red su obra ‘Quiero colapsar a tu lado‘, para todos los públicos, y que tiene como leit motiv la crisis ecosocial que nos amenaza. Y el estreno absoluto en la Sala Mirador de ‘Sodoma‘, cuarto montaje de Lobato & Rojas y la compañía Teatro de los Invisibles con ‘Contención mecánica’, una obra de teatro documental que denuncia la violencia psiquiátrica, que podrá verse en el Teatro del Barrio.
La experiencia del objeto y el sujeto de la experiencia
La relación poética y escénica con el objeto está siendo una constante también en estos últimos años en el Festival de Otoño. Shaday Larios y Jomi Oligor van a desarrollar un trabajo minucioso en el Museo Nacional de Artes Decorativas que extraiga los secretos ocultos de algunos de los 80.000 objetos que atesora para conformar lo que han titulado como ‘Archivo de la delicadeza‘. Por su parte, El Patio Teatro, compañía riojana que también trabaja el objeto, presentará en el Espacio Abierto Quinta de los Molinos ‘Entrañas‘, una pieza familiar que se pregunta por lo que llevamos dentro del cuerpo. En ese mismo espacio y también para público infantil, la compañía danesa Asterion Hus llega con su particular adaptación para una sola actriz/bailarina y un vestuario mágico de ‘Alicia en el país de las maravillas’.
Macarena Recuerda Shepherd, mostrará en la Sala Réplika el resultado de una larga investigación sobre la relación del cuerpo con el objeto y con la escenografía hasta conformar la coreografía de objetos que es ‘COSA. Intervenir un cuerpo’. El creador malagueño Alberto Cortés, dejará entrar a ver su proceso de trabajo de cara a lo que será su futuro estreno el año que viene. Finalmente, otra experiencia impulsada por el festival en su ambición de generar vivencias más allá de la exhibición de espectáculos, es el taller ‘Seré folklore’ que las integrantes del colectivo Mucha Muchacha llevarán a cabo en el Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte de La Cabrera. Una iniciativa descentralizadora, dinamizadora y empoderadora donde habitantes de los 42 municipios de la comarca de la Sierra Norte pueden convivir y revivir lo que les une culturalmente hablando y pensar en lo que dejarán para el folklore futuro.