El Chivato

La Academia de la Música premia la trayectoria de Pedro Iturralde

El jazz que nace del saxofón de Pedro Iturralde (Faltzes, Nafarroa, 1929) ha creado escuela. En los años sesenta del siglo XX su música queda impregnada por el alma andaluza y nace el jazz-flamenco, una fusión de raíces que ha resultado venerada y fructífera. Su lucha por dar al jazz un estatus de primera división en el Estado ha sido constante, desde las aulas y desde los escenarios, y es por ello que la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música quiere distinguirle con el Premio a Toda Una Vida de la XI Edición de los Premios de la Música. Este galardón especial ha recaído en ediciones anteriores sobre artistas del calado de Silvio Rodríguez, la desaparecida Rocío Dúrcal, Armando Manzanero o Chavela Vargas. Pedro Iturralde debutó sobre los escenarios con sólo 9 años y pronto se aficionó al jazz. Completó en apenas un año la carrera de saxofón en el Conservatorio Superior de Música de Madrid, estudios que compaginó con clarinete, violín, piano y armonía. Durante casi una década rodó por Europa y adquirió una curtida experiencia que le sirvió, una vez regresó a Madrid, para compartir cartel con Donald Byrd, Lee Konitz, Hampton Hawes, Gerry Mulligan o Tete Montoliú, entre otras figuras del jazz, y reivindicar un papel protagonista para este género que muchos pensaban “que se agotó con Louis Amstrong”.
En sus composiciones, Iturralde decide marcar el “espíritu de Andalucía” y da un protagonismo inusitado a la guitarra flamenca, que toma forma en su álbum Flamenco Jazz (1967). Con este proyecto acude al Festival de Jazz de Berlín, acompañado de Paco de Lucía. Allí encandila al público y a la crítica. Había nacido una nueva visión del jazz que marca un antes y un después en este género en su vertiente más aflamencada.
Su conocimiento exhaustivo de la música clásica le ha llevado también a interpretar gran parte del repertorio orquestal para saxofón como concertista y solista. Ha formado parte de la Orquesta de Cámara de Víctor Martí, la Orquesta Nacional de España y las sinfónicas de RTVE, de Asturias y de Tenerife. Asimismo, Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos o Luis Eduardo Aute le han requerido como instrumentista.
Su labor como compositor de bandas sonoras de películas es también destacable, resaltando su trabajo para Viaje a ninguna parte (1986), de Fernando Fernán-Gómez.

Dedicación a la enseñanza
Su vida ha estado ligada a la educación musical. Fue catedrático del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid hasta su jubilación en 1994 y su obra 324 escalas para la improvisación de Jazz recibió el Premio del Ministerio de Cultura a la edición más destacada en la contribución a la pedagogía (1990).
Ha sido merecedor del primer y segundo premio del Concurso Internacional de Composición de Temas de Jazz en Mónaco con Like Coltrane (1972) y Toy (1978), respectivamente. En 1992 recibió el Premio de la Comunidad de Madrid a la creación musical y ese mismo año su tema Old Friends fue elegido para formar parte del repertorio de la Big Band de la Cumbre Europea de Maastricht.
Pedro Iturralde sigue en activo. Desde los años ochenta su cuarteto habitual ha estado integrado por Horacio Icasto (piano), Víctor Merlo o Miguel Ángel Chastang (contrabajo) y Carlos Carli o Carlos González (batería), y con él recorre las salas y festivales más prestigiosos.


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