La Casa de Bernarda Alba/Carmen Porta
Una obra como “La Casa de Bernarda Alba” en la cual se deben poner de manifiesto todos los temores, hipocresías, caracteres, tanto ideológicos y sociales como morales o de cualquier otra índole y donde lo que dice cada uno, va más dirigido a la galería y al “que dirán”, que a una verdadera convicción. Eso no puede quedarse en una mera competencia entre personajes para imponer su voluntad. Y no es así, porque en realidad no depende de ellos mismos, sino del entorno social en el que se desenvuelven.
Por tanto la obra es un mosaico de personajes, cada uno con el carácter asumido por su colocación social y a lo que dicen los demás, que puede chocar o no, con lo que piensan en realidad de si mismos y es eso con lo que se deberán enfrentar constantemente a lo largo de su vida.
Pero veámosla desde un comienzo en cuanto a la propuesta de dirección: una iglesia donde están enterrando al marido de Bernarda y padre de sus hijas, más o menos querido por ellas (están jugando por los bancos como si estuvieran en una piscina). Una abuela con sus facultades perdidas –locura como opción de escape- y una Bernarda en la cabecera que no impone, desde el primer momento, ningún carácter ni autoridad a sus hijas por su mera presencia, por lo que deberá utilizar la violencia física y los gritos para imponerse a los demás. Ni siquiera con la palabra está muy convencida de poder ganar como lo vemos por sus diálogos con la criada. Bueno, pero esa sería otra obra, ¿0 no?
Lo que deja sobre el papel Lorca es una forma de sociedad determinada con tradiciones y costumbres concretas que oprimen a sectores sociales de diferentes maneras y por medios distintos, lo que se puede agravar según los entornos sociales que refleja el autor.
Se quiere modernizar, actualizándola, ¡bien! Pero no hasta el extremo de quitar el sentido a lo que se dice. Veamos:
*las hijas, en la Iglesia ¿o no están en una y entonces no tiene sentido la letanía de la Madre? No tienen ningún respeto a lo que representa el cura y la Iglesia en esa época –no es creíble.
*Cuando Bernarda les comunica los años de luto sin salir de la casa, como si tuviera las puertas y ventanas tapiadas, ¿les coge de sorpresa, no saben lo que les espera? Es discutible que pase con las mayores aunque ¡si! a la pequeña que ha empezado ha entrever otras posibilidades. Por eso son las más jóvenes las que peor lo pasan, pero el enfrentamiento con la madre es el primer mazazo que conmueve los cimientos de esa microsociedad.
*el comportamiento de Bernarda como una “puta carcelera” a qué es debido, no tiene el respeto de todos en la casa. No es su ordeno y mando suficiente para acallar cualquier oposición. Hay que aumentar el poder de la madre a extremos ridículos, por excesivos. No es creíble por innecesario.
*al no ver la importancia de lo que hace Adela (la queremos ver desde los valores de hoy en una gran ciudad) en lo referente a sus relaciones con Pepe, su sexualidad –es la única que se atreve a tener sexo con un hombre, que además es el teórico novio de su hermana y hablarlo delante de todas las hermanas. No está presente la tensión que se debería generar, para poder explicar su suicidio. No se da importancia a que sea la única que defienda a la vecina que acaba de dar a luz y matar a su hijo. Las otras ni la miran y están de acuerdo con la costumbre, en definitiva, en ese como en otros asuntos hablan y se comportan igual que Bernarda.
*La criada es la voz de la calle, que sabe –por que ve y la cuentan lo que pasa noche y día en las ventanas de la casa por la noche- pero se lo calla al recordarla su sitio y lo que tiene que agradecer a Bernarda por sus malos orígenes y que ésta la acogió cuando nadie más la quería.
*A la abuela nos la presentan como alguien que decide enloquecer como alternativa a la opresión social del entorno, al no ver otra posibilidad para escapar. No veo que sea una solución válida para Lorca en ninguno de sus textos, pero si el de convertir en juegos infantiles, posturas de rechazo y oposición que de otro modo necesitarán amplios monólogos para explicarla. Por ejemplo, tenemos: el que la mujer pueda tener hijos cuando ella lo quiera sin que nadie pueda intervenir en ningún sentido, como lo hacen los animales. O como: querer salir de su prisión y escapar, una y otra vez, tanto de su hija como de sus nietas. –otro símbolo perdido .
*Los valores representados por cada uno de los personajes, con respecto a si mismos y a los demás tanto fuera como dentro de la casa no están presentes, por eso no hay enfrentamiento social sino riñas entre hermanas más o menos duros pero sin ningún efecto dramático. En definitiva lo que es un fresco social, que debería representar una lucha social por la superación de instituciones y valores morales arcaicos, queda reducido a un simple sainete costumbrista carcelario, con soluciones previsibles, encorsetadas por obra y gracia de una dirección excesivamente innovadora.