La compañía belga Peeping Tom presenta ’32 rue Vandenbranden’ en el Teatro de la Laboral de Gijón
El espectáculo ’32 rue Vandenbranden’ de la compañía belga Peeping Tom, se presentará en el Teatro de la Laboral de Gijón el próximo sábado 13 de febrero. Esta nueva pieza supone un corte radical en su trayectoria, ya que la apuesta por el individuo que se da ’32 rue Vandenbranden’ contrasta con su trilogía de obras (Le Jardin, Le Salon y Le Sous Sol).
La trilogía, que fue representada en más de 350 ocasiones por todo el mundo, unía a cuatro generaciones en el escenario para contar la ruina de una familia de la aristocracia. De lo familiar se ha pasado, así, a lo individual.
En la nueva obra, ’32 rue Vandenbranden’, Peeping Tom da un giro radical hacia el individuo. ¿Cómo se organiza la vida cotidiana? ¿Por qué reglas se rige y cómo vive el individuo con dichas reglas impuestas por la sociedad?. La pieza se centra en las decisiones individuales que determinan el curso de la vida exponiendo la presión a la que está sometido el ser humano, que determina una serie de miedos y paranoias que quedan reflejadas en el espectáculo. Se ha buscado el extremo del hombre, lo que otorga a la obra una realidad con la que el espectador se pueda identificar.
Un espectáculo que mezcla teatro, danza y música y que trata de mostrar el individualismo humano ante los miedos y preocupaciones que se generan en la sociedad actual.
La película de Shohei Imamura ‘La balada de Narayama’ es el punto de partida más importante a la hora de abordar este tema. El filme describe una comunidad aislada con reglas y costumbres que parecen lógicas y coherentes a los miembros de la misma, pero que se pueden interpretar de forma totalmente distinta y pueden dar lugar a reacciones y emociones completamente diferentes a los forasteros.
En escena, seis actores y bailarines, en una producción dirigida y creada por Gabriela Carizzo y Frank Chartier.
La pieza está ambientada en la cima de una montaña y con un gran cielo abierto. La escenografía, siempre importante en esta compañía, comienza con un decorado de hormigón con fotos ultra realistas de gran tamaño, que sumerge al público en un mundo reconocible con el que se puedan identificar, y de este modo ir abriendo las puertas de sus emociones.
El decorado contará con el apoyo acústico de un sistema envolvente con el que pretenden crear un ambiente de cine que deje al público en un estado de hipnosis y lo precipite al mundo del subconsciente.
Los jóvenes que se encuentran en la cima de una montaña, están confinados en un lugar que, a la vez, se halla abierto a todos los vientos. Este aislamiento propicia que los reunidos buceen hasta lo más hondo de sí mismos para sacar todo lo que llevan dentro.