La compañía Color celebra diez años con el estreno de ‘Mientes + k parpadeas’
Color Dansa celebra durante este 2004 sus diez años de andadura profesional y de compromiso con la danza y el flamenco. La compañía catalana, creada en 1984 por la tenacidad de las bailarinas Rosa María Grau –dirección artística y coreografía- y Silvia Calvo –producción y mercadotecnia-, celebrará este importante aniversario con el montaje «Mientes + k parpadeas», que se estrenará el próximo 9 de julio en el Teatro Novedades de Barcelona. El nuevo espectáculo, en el que se fusionan con una gran intensidad dramática flamenco y hip hop, hace el número ocho de los presentados hasta la fecha por Color: Agua de luna (1995), A ras de tierra (1997), Pa qué…Pa ná! (1999), al-Andalus (2001), A palo seco (2002), De viaje (2002) y Tierra de nadie (2003). Mientes + k parpadeas abre una nueva forma artística en el campo de la danza. Diez personajes (6 mujeres y 4 hombres; ellas, flamencas, ellos, hip-hoperos) desarrollan en escena una trama dramática en la que se dan cita la ironía, el humor, la intolerancia, el orgullo, el amor o la reivindicación social, en un marco de inmensa riquesa creativa. Según su directora, todos mezclados sin distinción: “en ocasiones cada uno con su estilo y en otros momentos, tan fusionados y tan cercanos, que sus mundos se estrechan dando sentido y poesía al convivir de los opuestos”.
La música es obra de músicos españoles que han fusionado ambas tendencias, como Ojos de Brujo, Mala Rodríguez, Diego Carrasco, Tino di Geraldo o Las Niñas. “Empecé disfrutando de los temas de Mala Rodríguez y de sus letras viscerales, cotidianas y callejeras. Luego Ojos de Brujo me sedujeron y me convencieron de que allí había material suficiente para crear un espectáculo”, abunda Rosa.
La inspiración de Gades
Al echar la vista atrás, Silvia y Rosa muestran su satisfacción por haber logrado consolidar una compañía privada de danza en un país en el que sobrevivir de las artes escénicas no es tarea fácil. Al parecer, cuando contaba con catorce años, Rosa María Grau vio bailar a Antonio Gades. Y se impuso como objetivo llegar a compartir escenario con él. Tras pasar por la Compañía de Danza de José de la Vega, el Ballet de Luisillo y la Compañía de Paco Romero, en 1986 Gades la integra en su grupo de baile, con el que representará, entre otros espectáculos, Bodas de sangre, Carmen y Fuego.
Desde su constitución hace una década, Color Dansa ha apostado por una propuesta difícilmente encasillable, en el que danza española y flamenco se dan la mano. “Sin embargo, no es ni una cosa ni la otra. Es cierto que hay muchos pasos flamencos, pero las coreografías son contemporáneas, más evolucionadas”, apunta Silvia Calvo. Según rememora Rosa, en los comienzos utilizaban la danza española en todas sus líneas excepto la folclórica: escuela bolera, clásico español y flamenco.
“No fue hasta Pa qué…pa ná!, espectáculo mucho más contemporáneo en cuanto a concepto y movimiento, que no comencé a sentirme, como creadora, que estaba llegando donde quería. En este montaje hice un viaje interior que me hizo crecer como persona y artista”, continúa Grau.
Después de una década de trabajo, el balance no es sencillo. “Me doy cuenta de que, con el paso del tiempo, cada vez se me hace más difícil sentirme identificada o sumergida dentro de un estilo o método de danza”. Así, como creadora, le interesan todos, siempre y cuando estén justificados artísticamente. “No quisiera que se nos etiquetara bajo otros conceptos que no sean el de danza (toda) o movimiento-arte escénico”, concluye Grau.