La compañía de títeres Etcétera celebra su treinta aniversario
La compañía granadina Etcétera está de fiesta. Cumple treinta años por estos días de abril, y la efeméride coincide con sus funciones de El retablo de Maese Pedro en el Gran Teatre del Liceu, en Barcelona, el próximo fin de semana. El grupo dirigido por Enrique Lanz celebrará estas tres décadas dedicadas al teatro de títeres, trabajando con la pasión y exigencia de siempre. A todo lo largo del 2011 y 2012 actuará en importantes escenarios como el Teatro Real de Madrid, tiene previstas giras por diferentes ciudades españolas y francesas, impartirá cursos y conferencias, y montará una amplia exposición retrospectiva en el Parque de las Ciencias de Granada. No es habitual que un colectivo teatral tenga una vida tan larga como la de Etcétera, y sobre todo que goce de la salud creativa de ésta. Etcétera es un referente de calidad y excelencia dentro del teatro español. Sus espectáculos han conocido un significativo éxito del público y la crítica, que les ha permitido presentarse en los más importantes festivales de títeres y música a nivel internacional, viajando por una docena de países, actuando además en los teatros de mayor renombre de la escena nacional.
Enrique Lanz ha conseguido con su obra emprender nuevas brechas para el teatro de títeres. Por ejemplo, fue Etcétera la primera compañía filmada por TVE en alta definición; fue pionera en la programación para niños del Gran Teatre del Liceu, después de su reapertura en 1999. Allí, con su montaje de Pedro y el Lobo abrió la sala principal de este recinto al público infantil, y ha formado parte ininterrumpidamente de la programación de este coliseo catalán, con cerca de trescientas funciones de cuatro espectáculos. Uno de sus últimos estrenos, El retablo de Maese Pedro, fue una prodigiosa puesta en escena, coproducción de Etcétera con los más importantes teatros e instituciones de ópera del país.
Etcétera cumple treinta años de títeres y arte, pero lo mejor es que sigue trabajando con la misma ilusión, curiosidad y fe que el primer día.