Estrenos

La Compañía Nacional de Teatro Clásico estrena ‘El lindo don Diego’ de Agustín Moreto

El Teatro Pavón de la Compañía Nacional de Teatro Clásico estrena el próximo 19 de enero la obra de Agustín Moreto, ‘El lindo don Diego’. Este espectáculo que cuenta con la dirección escénica de Carles Alfarto y cuya trama gira en torno de un personaje, tan desmedido en una faceta de su carácter, tan obsesionado y cegado por ella que, alejado de la realidad, vive aislado en un mundo aparte, acomodado en un realidad ficticia muy diferente de la que perciben los demás, por lo que se enmarca entre las ‘comedia de figurón’, permanecerá en la sala hasta el 17 de marzo.

‘El lindo don Diego’, protagonizado por un personaje al que da vida Edu Soto, destila un desternillante humor verbal que «con gusto haría suyo hasta el mismísimo Groucho Marx», apunta el autor de la versión, Joaquín Hinojosa. La pieza sumerge al espectador en una realidad propia y paralela que él conforma permanentemente según la lógica de su monomanía y aborda el conflicto eterno del teatro y de la vida: el individuo y la sociedad, lo personal y lo colectivo, en definitiva, el aislamiento o la integración.

El propio Hinojosa añade además que «esta actitud, no esencialmente distinta de la de un personaje trágico, en otro terreno teatral nos llevaría a la tragedia. Pero la misma actitud, llevada hasta extremos ridículos y absurdos, como es el caso de los grandes personajes de Molière y aquí el de don Diego, se convierte en el eje, irresistiblemente cómico, de una serie de enredos y contraenredos arquetípicos de la comedia barroca española. Y ‘El lindo don Diego,’ es una de las piezas más acabadas y mejor construidas de tal modelo teatral, en la que Moreto logra dibujar un excelso tipo cómico que, una vez conocido, perdura en el recuerdo».

Agustín Moreto y Cavana

Son muchas las lagunas que acompañan al autor de El desdén con el desdén o El lindo don Diego. Sabemos que nació en 1618, en el seno de una familia de comerciantes italianos. Se licencia en artes en 1639, en la Universidad de Alcalá, y comienza en el 42 su carrera eclesiástica. Las mediaciones económicas de su padre, le proporcionan el beneficio de la iglesia de Santa María Magdalena en Mondéjar (Toledo). En estos años comienza su carrera como dramaturgo.

En 1656 se traslada a Sevilla, donde vive uno de los pocos lances que alteraron su apacible existencia: la disputa con unos vizcaínos. De regreso a Toledo, entra al servicio del arzobispo don Baltasar de Moscoso y Sandoval, y trabaja en el hospital de San Nicolás curando enfermos. Estas ocupaciones seguirán hasta su muerte en 1669.

Hombre sencillo y poco ambicioso, dejó escrito en su testamento que lo enterrasen en el cementerio de los pobres y que sus escasos bienes se repartieran entre los más necesitados. Es la suya una vida poco pródiga en lances y aventuras, propia de un hombre mesurado, rasgo que se vislumbra en su producción teatral. Sin embargo, en torno a su figura se ha trazado una leyenda que le atribuye disputas y crímenes, como el de Baltasar Elisio de Medinilla, que murió cuando él sólo tenía dos años, o que lo presentan como un lindo similar al de su célebre obra.

Existe cierto paralelismo entre la vida tranquila que llevó Moreto y el tipo de teatro que escribió. La habilidad técnica, la soltura y la naturalidad en la versificación son algunos de los rasgos propios de su obra. Aunque no falta la fantasía en piezas como El lindo don Diego, No puede ser el guardar a una mujer o la comedia de santos San Franco de Sena, se le ha reprochado la falta de lirismo en la expresión de las pasiones y la afectividad de los personajes, así como un cierto distanciamiento cómico que busca la complicidad entre público y autor. Tampoco ha podido separarse su figura del concepto de plagio o poca originalidad. Jerónimo de Cáncer y Velasco, coetáneo del autor, llegó a decir que se dedicaba a saquear las obras de sus compañeros de oficio. Además de las citadas, caben destacar El licenciado Vidriera, que poco tiene que ver con el texto y el personaje cervantino, De fuera vendrá quien de casa nos echará, El parecido en la corte, las piezas religiosas La adúltera penitente, Vida de San Alejo…

Fue uno de los autores más destacados de esa segunda generación de dramaturgos, que comienzan a escribir cuando Calderón ya ha producido sus grandes piezas y la fórmula de la comedia nueva se ha ido complicando en enredo y culteranismo. La construcción rigurosa de la arquitectura teatral, el gusto por la caricatura del figurón y el lenguaje gongorino acompañaron a Moreto a lo largo de su carrera dramática y fueron, quizás, los únicos excesos que se permitió vivir.

Ficha artística:

Autor: Agustín Moreto
Versión: Joaquín Hinojosa
Dirección: Carles AlfaroIntérpretes: Javivi Gil Valle, Raúl Prieto, Rebeca Valls, Natalia Hernández, Carlos Chamarro, Vicenta Ndongo, Edu Soto, Cristóbal Suárez, Óscar de la Fuente
Músico: Javier Coble
Asesor de verso: Vicente Fuentes
Composición y dirección musical: Pablo Salinas
Iluminación: Pedro Yagüe
Vestuario: María Araujo
Escenografía: Paco Azorín


Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba