Sencillamente brillante
Brillante, sencillamente. No harían falta más palabras para definir ‘La decisión de John’, la sorprendente obra de Mike Bartlett que llega a nuestros escenarios de la mano de la compañía extremeña Teatro del Noctámbulo. Nos la ofrece en una excelente propuesta que el público reconoció una prolongada y sentida ovación. Y es tan fácil definirla porque es mucho el teatro que palpita en ella. Teatro del bueno, en estado puro. Teatro esencial, del que debe escribirse con mayúsculas, del que se hace desde las entrañas, el corazón y el cerebro.
Dice Denis Rafter, a propósito de ‘La decisión de John’, que su intención era simple. ‘Confiar en los actores. Ofrecerles un espacio limpio y dejarles llenarlo’. Y tanto que lo llenan, señor Rafter, y de una manera absolutamente fascinante. Lo llenan de verdad, de esa energía que sólo se puede dar en el teatro cuando está bien hecho y que une en un estrecho lazo de emoción, de sensaciones y sentimientos, a los actores y al público. Intensidad que se ve multiplicada, en este caso, por la proximidad física de los intérpretes. Lo llenan de unos personajes auténticos, profundos, enormes y de una fuerza cautivadora. Personajes tan ciertos, tan verdaderos, que hasta llegan a dolerte. Personajes que te cogen en volandas, que te arrastran y te hacen reír, emocionarte, conmoverte e incluso, en algún momento, llevan hasta tus ojos un velo de agüilla que te nubla la vista y te abre el corazón. ¡Qué magnífico trabajo interpretativo!
Y todo esto en un escenario absolutamente vacío. No hay atrezo, ni utilería, ni mobiliario, sólo ese espacio circular que ha creado Damián Galán, rodeado parcialmente por un pequeño graderío que acoge al público. Para ese espacio ha inventado Denis Rafter una puesta en escena de una exactitud milimétrica, precisa y apasionadamente entregada al texto y al trabajo actoral que lo da vida. Es casi como si coreografiase una geometría del movimiento. Con inteligencia, con fuerza, con instinto dramatúrgico y con la enorme sabiduría de jugar más con lo que no se ve, que con lo que no se ve.
Aquí no hay ilusionismos ni artificios. Aquí ha entrado la más pura teatralidad, desnuda y descarnada. El espacio, el gesto, el movimiento, el tiempo, la interpretación y la palabra. Así de sencillo. Así de hermoso. Así de brillante.
Obra: LA DECISIÓN DE JOHN
Autor: Mike Bartlett. Versión: Isabel Montesinos. Compañía: Teatro del Noctámbulo. Intérpretes: José Vicente Moirón, Gabriel Moreno, Isabel Sánchez y Javier Magariño. Escenografía: Damián Galán. Iluminación: Alberto Álvarez Cruz. Espacio sonoro: Jesús Amigo. Vestuario: José López. Dirección: Denis Rafter. Lugar de la representación: Teatro del Mercado (Zaragoza) 26 de enero de 2012. Medio aforo.
Joaquín Melguizo.
Publicado en Heraldo de Aragón 28 de enero de 2012
