La Dramaturga Griselda Gambaro recibe el título de Doctora Honoris Causa por el IUNA
El Departamento de Artes Dramáticas del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA) de Argentina ha decidido otorgar el título de Doctora Honoris Causa a la dramaturga Griselda Gambaro. El próximo 29 de junio se realizará el Elogio Académico y entrega del Título. La ceremonia se llevará a cabo a las 17 hs. en la sala Orestes Caviglia del Teatro Nacional Cervantes, Libertad 815, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Según sostienen los responsables del IUNA, la Universidad Nacional, debe ser el espacio donde se analiza, se produce y se protege el trabajo intelectual, estético, científico y tecnológico de la Nación; donde se estimula y alienta a los creadores e investigadores a desarrollar su reflexión y su acción hacia formas sociales del conocimiento. Y también debe ser el lugar donde se los premia y celebra cuando han dado muestras de una trayectoria meritoria. Por ello, es un honor para esta Universidad, designar Doctora Honoris Causa a quien ha dedicado su vida y su obra a rescatar la historia silenciada u olvidada de una Argentina del siglo XX, compleja y contradictoria.
Símbolo de memoria y reflexión, la obra de Gambaro destaca y trasciende las fronteras nacionales y de época. Mirada crítica y filosa, mirada nunca complaciente, pero absolutamente imprescindible.
Porque sólo a través de la lucidez, el artista formula las preguntas necesarias. La obra de Gambaro las formula con absoluta coherencia, porque se acompañan con una vida acorde a su reflexión.
La importancia de Griselda Gambaro en el teatro argentino es el resultado de una personal producción artística que ha provocado una ruptura con el teatro del las décadas del 60 y 70. Sus textos plantean situaciones e imágenes absolutamente audaces para su época. Su producción teatral es extensa. Se intentó entonces, desde la crítica, descalificar la estética de Gambaro, que se alejaba del realismo y costumbrismo del teatro argentino.
Sin embargo a medida que pasan los años su sólida estructura dramática y su vigor estético les dan una especial vigencia. En ellos, la autora apela a la responsabilidad y la memoria de los espectadores.
Su dramaturgia es hoy posiblemente, una de las más representadas del teatro nacional – en el país y el mundo-, y objeto de estudio académico en innumerables universidades. Griselda Gambaro es alguien que ha sabido ganarse la vida sin temor a representar y develar las formas más sutiles y más atroces de la violencia: el autoritarismo, el crimen político, el terrorismo de estado, en momentos en que hacerlo podía significar poner en peligro la integridad. Es decir, supo decir y producir arte sin temor a ganarse la muerte. Allí radica, simplemente, su coraje y honorabilidad.