La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico presenta ‘El desdén con el desdén’
El Teatro de la Comedia de Madrid acoge hasta el 7 de abril las representaciones de ‘El desdén con el desdén’ de Agustín Moreto, espectáculo bajo la dirección de Iñaki Rikarte y con la versión de Carolina África. El elenco está formado casi íntegramente por miembros de la 5ª promoción de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Iñaki Rikarte, sobre la obra
‘El desdén, con el desdén’ es una comedia escrita entorno a una paradoja del alma humana aparentemente divertida, aunque nada inocente, según la cual el desdén puede provocar amor en el corazón del desdeñado. La cuestión radica en si esa llama es fruto del amor verdadero o de la vanidad. El propio Carlos comienza la función tratando de dar respuesta a esta pregunta culpando a su “traidor corazón” de lo que racionalmente considera “la vileza más indigna de nuestra naturaleza”. Ante la duda, y como no podía ser de otra forma, Carlos se entrega al dictado de la pasión.
De este modo, Moreto pone en marcha una trama de carpintería eficacísima en la que prioriza siempre el juego, abundando las situaciones donde los personajes se ven obligados a mentir, a disimular, a ocultar lo que sienten… y retuerce la peripecia llevando las pasiones al límite; conocedor de esa paradoja cruel de la comedia según la cual, cuanto peor lo pasan los personajes, más nos divertimos los espectadores.
Ver a personajes nobles como Diana y Carlos rebajarse hasta la humillación bajo el yugo de Cupido o de su propia vanidad, es un gozo para el espectador de cualquier tiempo. El propio Polilla, gracioso de la función y confidente del público, dirá con tino: “¡Que estas locuras ande haciendo una princesa! / Y es que las locuras son / como un plato de cerezas, / que en tirando de la una, / las otras se van tras ella.” Quizás, un delicioso “plato de cerezas” sea la mejor definición para esta joya del teatro áureo.
Lo difusa que puede llegar a ser la línea que separa el amor verdadero del amor propio es una cuestión que ha llegado intacta hasta nuestros días. Por eso El desdén es un clásico. Y nos reímos porque, en el fondo, nos identificamos con los desvelos, los miedos, los anhelos, la rabia y el dolor que padecen y describen sus protagonistas.
Conscientes del potencial del texto, hemos trabajado siempre bajo la máxima de clarificarlo y, buscando la identificación con los conflictos esenciales, hemos ubicado la acción en un contexto más reconocible.
Afortunadamente, los casi 400 años que nos separan de la escritura del original provocan que ciertos matices, ciertas palabras, ciertas relaciones entre personajes adquieran nuevos relieves a buen seguro insospechados por el propio autor. Decimos afortunadamente porque, en esta aventura de ser médiums entre Moreto y ustedes, redescubrir la función con una mirada contemporánea ha sido –está siendo- lo más fascinante de todo.
El espectáculo que van a ver es el resultado de las complicidades de mucha gente, desde el reparto hasta el equipo artístico y técnico. Ahora sólo falta la más importante: la de ustedes.