La Lección/Ionesco/NexoTeatro
Geometría
Obra: La lección
Autor: Eugène Ionesco
Intérpretes: Ana Furones, Isabel Relancio, Mar Sedano
Vestuario y maquillaje: Eider Amezua
Dirección: Ricardo Padilla
Producción: Nexo Teatro
Bilborock -27-01-06
El público rodeando a un imaginario cuadrilátero en donde trascurren las acciones de esta obra legendario de Ionesco, una de esas piezas que aparentan tener una interpretación única, pero que a lo largo de las décadas desde su estreno han sido reinventadas por diferentes directores. Tiene una fascinación textual: ese lenguaje de jerarquización dominante entre maestro y alumna, eso que se entiende como una denuncia obvia sobre que la educación es siempre represión. Pero no es la única, ni la principal implicación, existe a al vez un juego erótico, sado-masoquista, de dominaciones, de violencias que se pueden llevar hasta los extremos o se pueden dejar dibujados, sin apenas penetrar en esos difíciles vericuetos, como parece la elección de este montaje.
La propuesta de Nexo Teatro parte de una circunstancia que entendemos será una necesidad: el personaje del maestro lo interpreta una actriz, y lo hace con una caracterización de varón, con una gestualidad varonil muy impostada, y con unos modos que simulan esa característica que entendemos que es fundamental para el juego de relaciones, entre profesor y alumna, aunque en este siglo XXI el que en vez de un maestro fuera una maestra, añadiría otra lectura, le daría otras posibilidades, y no conduciría, por la caracterización a un juego interpretativo imposible: el maquillaje lo convierte en un personaje irreal, un guiñol, y desde ahí todo el esquema se resiente, pese a que las tres actrices hacen esfuerzos notables, hay momentos en cada intérprete que demuestran sus grandes posibilidades, pero el conjunto se resquebraja por esta falla primigenia que condiciona de manera evidente todos los elementos significantes. La dirección busca esa situación espacial central, para trazar ejes de incidencia.
Es una lectura geométrica que carga intenciones espaciales, pero que no se utiliza hasta sus últimas consecuencias, con lo que queda apuntado, pero sin desarrollar este juego que involucraría de una manera más explícita a los públicos de las primeras filas. Todo ello nos deja la sensación de encontrarnos ante un trabajo que apunta maneras, donde se ven ideas, pero que está en proceso de maduración.
Carlos Gil