La vida y las palabras
Se ilumina una calle en la derecha. Entra un hombre que viste, con cierto desaliño, un traje alguna talla mayor que la que le correspondería. En el centro le espera una mesa sobre la que reposan una jarra de agua y un vaso. Se dirige hacia ella con unos papeles en la mano. Los papeles se le caen, un poco por torpeza, un poco por inseguridad. Se sienta y comienza su conferencia sobre gramática. Al poco repara en el público, se interrumpe y confiesa sentirse emocionado porque tanta gente haya acudido a escuchar la conferencia. Es la primera vez que le pasa.
Tal vez sea esa emoción la que le lleva a contarnos su relación con las palabras desde niño. Su primer encuentro con palabras como abotargado, ahilarse, abúlico, efímero, fidelizar… Nos habla de las frases hechas de su madre, de su proyecto de poner una tienda de palabras. Nos advierte de las trampas verbales que arrebatan el sentido a las palabras, que intentan ocultar la verdad y hacer pasar unas cosas por otras. Nos previene contra ese monstruo llamado ‘mercados’ que devora todo cuanto existe a su alrededor.
El hombre finalmente se va, pero siendo mucho más grande que el que entró, porque antes nos ha hecho reír, nos ha emocionado, ha hecho que nuestro latido se congele con sus silencios, que nuestro corazón se turbe con su llanto, que nuestra conciencia busque alguna luz en la oscuridad de la catástrofe que se nos anuncia, porque ha hecho que nosotros, tras marcharnos, no seamos exactamente los mismos que cuando entramos.
Esta es la materia que palpita tras ‘La lengua madre’, materia viva y cercana, servida con delicadeza y con esmero. Un texto inteligente, profundo y refinado, cargado de la ironía característica de Juan José Millás. Logradísima la iluminación que acompaña el texto, que abre o cierra el espacio con sutileza. Magnífico el pulso con el que Emilio Hernández acompasa actor, texto y movimiento, el acierto con el introduce cambios de ritmo y de tono. Enorme Juan Diego. Derrocha carisma, talento y recursos. Llena el escenario. Domina el gesto, el ritmo, las pausas. Colma de vida las palabras, las miradas, los silencios.
‘La lengua madre’ es teatro que se disfruta y se saborea, teatro que se te enfrenta cara a cara, te mira directamente a los ojos, se te pega a la piel y te habla con la grandeza de lo sencillo.
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón 7 de abril de 2013
Obra: La lengua madre – Autor: Juan José Millás. – Produce: P. A. Triana. – Intérprete: Juan Diego. – Iluminación: José Manuel Guerra. – Dirección: Emilio Hernández. – Teatro de las Esquinas (Zaragoza) 5 de abril de 2013
