La Machina estrena ‘La sucursal’ de Isaac Cuende
La compañía cántabra la Machina estrenará el próximo 15 de abril en el Palacio de Festivales de Cantabria su último trabajo, «La sucursal» de Isaac Cuende, bajo la dirección de Francisco Valcarce. “La sucursal” aborda un asunto que está en la calle y a la vista de todo el mundo: la esclavitud disfrazada de mendicidad. No es una obra de tesis, es una metáfora de la explotación, que se expone con unas buenas dosis de humor negro y un cierto sarcasmo vil y canalla, para que el espectador reflexione entre compases melancólicos de música de acordeón. Se trata de una obra que muestra una realidad social palpable, pero que, lejos de encorsetarse, abandona los límites de la situación concreta para trascender hacia una universalización discursiva. ¿Puede tratarse de teatro social, por emplear un término clásico? Quizás, pero no en el sentido más tópico del término, sino desde la postura de que todo teatro que aspire a convertirse en conciencia de su tiempo ha de ser necesariamente social.
Tres personajes que desprenden sudor teatral, traspiran esencia dramática que reclama convertirse en carne escénica. Tres individuos -prototipos- que, de una manera corrosiva y virulenta, proponen un proyecto de tipificación de conductas. Y así, se elevan como metáfora de un mundo injusto donde la explotación del hombre por el hombre es una constante cotidiana. Personajes que se desenvuelven en los márgenes de la vida, desheredados de la fortuna, olvidados de la historia. Tipos escapados de la pesadilla de la sociedad del bienestar.
Teatro de la desolación salpicado, eso sí, permanentemente con una abundante ración de humor ácido. Un teatro que aspira a emparentar con el esperpento, a la vez que se impregna de unos churretones expresionistas. Compromiso estético para una propuesta ética, en la búsqueda de la verdad teatral.