La Negra Ester/El Gran Circo Teatro (Chile)
Amores desgraciados
Obra: La Negra Ester
Autor: Roberto Parra Intérpretes: Rosa Ramírez, Roxana Campos, Manuel Oyarzun, Viviana Veas, Marcela Silva, Horacio Videla, Ignacio Mansilla, Pablo Valledor, Iván Álvarez de Araya, Ivo Herrera
Música: Roberto Parra
Dirección: Andrés Pérez Araya
Producción: El Gran Circo Teatro (Chile)
Sala Lauga –Baiona- 17-10-02 – Festival Théâtre Ibero americain
La mirada se posa sobre un grupo humano que coincide en un burdel de un puerto chileno en los años cuarenta. Hombres y mujeres con remotas esperanzas de redimirse a través del amor. Es un excelente melodrama tratado estéticamente con rasgos esperpénticos que le dota de una mayor capacidad de fascinación. Las pequeñas historias, traiciones, amores, desamores, violencia o locura se convierten en espléndidos cuadros de un retrato colectivo que en clave de tragicomedia exacerbada en ocasiones, logran estabilizar una gran historia coral, perfectamente resuelta en su estructura y con logros evidente en su plasmación escénica, ayudada por la presencia de unos músicos que en directo van dando un espacio referencial sentimental que eleva el conjunto a un gran espectáculo de teatro total.
El equipo actoral hace un verdadero ejercicio de interpretación virtuosa, tanto por su expresionismo granguiñolesco, y lo que implica en composición física y vocal, como en la necesidad de trasformarse en diferentes personajes para ir dando continuidad a la narración. Existe un hálito general, una controlada sensibilidad que impregna todas las actuaciones, músicas y canciones, los movimientos, el sugerente espacio escénico, la iluminación, hasta lograr un todo que abraza e integra al espectador no para adocenarlo con sensiblerías, sino para hacerle testigo de unas vidas rasgadas, subterráneas para la sociedad, pero que es un mundo cargado de amor y cariño, incluso mucha ingenuidad. Una gran fiesta teatral, popular en su más digno significado, que encierra un gran canto solidario, una nítida actitud política para más señas. Cuando el fondo y la forma son el mensaje.
Carlos GIL