La paz perpetua/Juan Mayorga/Teatro de La Abadía
El miedo
Obra: La paz perpetua
Autor: Juan Mayorga
Intérpretes: José Luis Alcobendas, Julio Cortázar, Israel Elejalde, Susi Sánchez, Fernando Sansegundo
Iluminación: José Manuel Guerra
Vestuario y caracterización: Alejandro Andujar
Escenografía, Movimiento escénico y dirección: José Luis Gómez
Producción: Teatro de La Abadía
Teatro Arriaga –Bilbao- 29-10-08
En la primera mirada nos encontramos con unos perros que se están preparando para acceder a un cuerpo de élite, el K7, que supuestamente es el que se dedica a luchar contra el terrorismo como mal global. Por lo tanto, nos es imposible omitir la sicofonía histórica, el abrir de par en par los ojos para entender que en ese entrenamiento todas las propuestas de acciones vienen a manifestar que para ellos el fin justifica todos los medios, y como estamos ante un supuesto lugar oficial, podemos llegar a entender que se trata de una denuncia sobre los abusos en las cloacas del sistema, esos aparatos creadores del terrorismo de Estado.
Pero en una segunda o tercera mirada, lo que nos plantea Juan Mayorga, además de lo anterior, es la manipulación que sufre la ciudadanía a través del miedo. Esos perros más o menos controlados con un ser humano, vienen a decirnos que el miedo ayuda a perder la conciencia y se suplen palabras y conceptos sagrados y básicos en toda formulación democrática por una noción autoritaria de la seguridad.
Todo ello plasmado en un texto bizarro, a veces muy discursivo, pero que obliga a los actores a un ejercicio interpretativo de composición física muy agudo, y que la mano científica de José Luis Gómez logra una sintetización en la gestualidad y los coloca en un espacio escénico opresivo que marca y define de manera absoluta toda la propuesta. El reparto logra transmitir todas las sensaciones y el texto llega nítido para sobrecoger y provocar la reflexión.
Carlos GIL