Alicia de Larrocha, premio Príncipe de Asturias y una de las más grandes pianistas del panorama internacional durante los últimos cincuenta años, ha anunciado que este fin de semana, en Barcelona, ofrecerá su última versión del Concierto nº 23 de Mozart para retirarse a descansar alejada de los conciertos. Alicia de Larrocha anuncia su retirada después de que el 8 de enero de 2002 ofreciera en el Teatro Gayarre una de sus últimas apariciones en un escenario. Concretamente Alicia de Larrocha actuó dentro del ciclo Grandes Intérpretes que programa la Fundación Municipal Teatro Gayarre junto con la Universidad Pública de Navarra. Alicia de Larrocha en esa ocasión, prácticamente la última hasta este fin de semana en que pondrá definitivamente fin a su carrera, interpretó un programa compuesto por obras de Antonio Soler, Isaac Albeniz y Enrique Granados.
Alicia de Larrocha es una mujer que forma parte ya de la historia del piano español. Su nombre es el más internacional y respetado en el panorama musical internacional. La pianista ha tenido una intensa actividad concertística que la ha llevado a actuar en la principales salas de conciertos del mundo. Su esperada presencia en el ciclo Grandes Intérpretes, que organiza la Fundación Municipal Teatro Gayarre, hizo de este concierto un verdadero acontecimiento.
Hija y sobrina de discípulas de Granados, Alicia creció desde niña en un ambiente muy musical, al cual, poco después, se añadieron las sabias enseñanzas del continuador de la Academia Granados, Frank Marshall. Allí conoció a Rubinstein, Sauer, Cortot y otros grandes pianistas de la época. Aunque gradualmente fue dando pequeños recitales, su debut con orquesta fue con el Maestro Joan Lamote de Grignon en Barcelona y con el Maestro Fernández-Arbós en Madrid a principios de 1936. Después de 1939, empezó a ser reclamada por las Sociedades de Música y Orquestas de Europa.
Debutó en los Estados Unidos en 1954, cuando Alfred Wallenstein la invita a hacer una gira con la Filarmónica de Los Angeles. Desde entonces ha actuado asiduamente en los grandes festivales con las más grandes orquestas y directores de fama mundial. Uno de sus recuerdos más queridos es la colaboración con Francis Poulenc, tocando en Barcelona su concierto para dos pianos. También las valiosas y entrañables colaboraciones con cantantes, violonchelistas, violinistas y grupos de cámara.
Entre la gran cantidad de premios recibidos, podemos hacer mención de su investidura Doctor Honoris Causa por las Universidades de Michigan, Middlebury, College-Vermont y Carnegie Melon; Académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1988); Académica honoraria de la Real Academia de Bellas Artes de Granada (1994); y de la Academia de Bellas Artes de Sant Jordi de Barcelona (2000). Es Premio Príncipe de Asturias (1994), Premio de la Fundación Guerrero de Música Española (1999), Commandeur dans l’Ordre des Arts et des Lettres (Paris 1988), Premio UNESCO (1995), Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (1982), entre otros.
Su trayectoria discográfica ha sido reconocida por cuatro Premios Grammy (1974, 1975, 1988, 1991), tres Premios Edison (1968, 1978, 1989), dos Grand Prix du Disque (1960, 1974), dos Record of the Year (Londres, 1971, 1974) y un Premio Deutsche Schallpliattenpreis (1979) y Premio Franz Liszt (Budapest, 1980).
