El Chivato

La Red Española de Teatros presenta su informe sobre actividad y funcionamiento

«Facilitar la comprensión detallada del funcionamiento de las redes y circuitos de espacios escénicos españoles y permitir el diseño de estrategias de futuro para garantizar su sostenibilidad». Este idea ha impulsado la edición del primer Estudio sobre Redes y Circuitos de Espacios Escénicos Públicos en España, un trabajo desarrollado por La Red Española de Teatros en colaboración con el Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid, bajo la dirección de Francisco Javier Gómez González, y la Fundación Autor.

Tras más de dos años de trabajo, ve la luz una investigación pionera en la que han participado diez de las redes y circuitos asociados a la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública. Se trata del Circuito de Espacios Escénicos Andaluces, el Circuito Profesional de Artes Escénicas y Música de la Región de Murcia., la Red Aragonesa de Espacios Escénicos, la Red de Teatros de Castilla y León, el Circuit de Xarxa d´Espais Escènics Municipals de la Diputación de Barcelona, la Red de Teatros Castilla-La Mancha, la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid, la Rede Galega de Teatros e Auditorios (AGADIC), el Circuito de Teatro y Danza de Tenerife y SAREA, la Red Vasca de Teatros.

El estudio ha sido realizado a través de encuestas, entrevistas en profundidad y mesas de contraste que han contado con la participación de más de 35 profesionales vinculados a la industria escénica de nuestro país (productores, programadores, distribuidores, autores teatrales y coreógrafos, responsables de asociaciones, etc.). Con esta información, el informe analiza y contrasta la actividad, las dimensiones, las características y dinámicas de las programación de las redes y sus resultados e impactos más llamativos. Asimismo, aporta datos reveladores sobre sus procesos de funcionamiento realizando una evaluación de los resultados eficiencia.

Origen y evolución

El contexto de las redes y circuitos, su origen y evolución protagoniza uno de los apartados centrales del estudio. Este epígrafe ofrece un recorrido crítico por las primeras experiencias desarrolladas en algunas comunidades autónomas, en su mayor parte bajo el impulso de las Consejerías de Cultura o sus Direcciones Generales adscritas. Como constata la investigación, las redes y circuitos surgen en entornos diferentes, partiendo de dinámicas distintas, pero con una fuerte coincidencia: potenciar la industria cultural regional y racionalizar la gestión de la oferta teatral en su zona de acción.

El contexto

Por su parte, los apartados II y III del estudio abordan el contexto y realidad cultural de las diez redes integradas en la asociación nacional. El marco normativo y la trayectoria de estos programas protagoniza un apartado que también analiza el número y la tipología de los socios y miembros integrados en cada red. Así, por ejemplo, la investigación destaca que en 2010 el número de espacios escénicos y ayuntamientos adheridos a las diez redes objeto del estudio ascendía a 682, una cifra superior a la registrada cinco años atrás. En su mayor parte, los espacios asociados a estos programas se corresponden con teatros y auditorios de entre 300 y 600 localidades, a excepción de las redes de Castilla-La Mancha, donde prima la presencia de casas de cultura, y Tenerife, territorio en el que gran parte de los espacios asociados son también casas de cultura y teatros con un aforo inferior a 300 butacas.

Pero muchos de estos programas de incentivos a la artes escénicas también conviven en sus territorios de implantación con otros programas. Así ocurre, al menos, en un 50% de las redes de estudio, en cuyos comunidades autónomas o provincias operan otras iniciativas que cubren actividades complementarias, como la participación de compañías no profesionales y la programación de otras disciplinas o géneros artísticos. El estudio examina asimismo la figura jurídica de las redes y circuitos y su posición entre los diferentes niveles de la administración. En este sentido, ofrece una mirada a la participación en las redes de los diferentes niveles de la administración (local, provincial y regional), prestando también atención a algunas dinámicas desarrolladas durante los últimos años orientadas a garantizar una mayor autonomía, haciéndolas depender de organismos autónomos o empresas públicas competentes en materia de artes escénicas (modelo presente en el Circuito de Tenerife y la Rede Galega).

Un modelo que ofrece cobertura alrededor de 16 millones de potenciales espectadores

Los datos del estudio permiten trazar un mapa sobre la cobertura que las redes y circuitos prestan a sus diferentes territorios. En su conjunto, los municipios de los espacios escénicos asociados a las diez redes alcanzan una población de 16.481.179 de habitantes. De media, las redes cubren porcentajes de población que rondan el 50% de su ámbito territorial, una cifra que alcanza una cobertura superior al 80% de la población en el caso de Castilla-La Mancha o del 70% en el caso de Aragón y Murcia.

En términos absolutos, el circuito gestionado por la Diputación de Barcelona registra los mayores niveles de población, con una cifra que alcanza los 3.076.709 habitantes, seguida por las redes de la Comunidad de Madrid y el Circuito de Espacios Escénicos Andaluces, cuyas programaciones llegan potencialmente a 2.830.088 y 1.669.180 habitantes respectivamente.

Procesos de funcionamiento

Otro de los bloques destacados del estudio aborda con detalle los procesos de funcionamiento interno de las redes y circuitos. El estudio analiza los procesos de trabajo más comunes, las semejanzas entre las diferentes redes y circuitos y sus singularidades, «derivadas de la realidad social y cultural a la que atiende cada programa, así como a las finalidades institucionales».

Como destaca la investigación a través de los datos recogidos en encuestas y entrevistas, el núcleo esencial de su actividad lo constituyen dos áreas: el proceso de financiación e incentivos a la exhibición y el proceso de elaboración del catálogo. La primera de estas tareas es objeto de un profundo análisis que detalla las normativas redactadas por las redes para regular sus incentivos a la exhibición de espectáculos. En el caso de los incentivos a la producción autóctona o local, están presentes de modo obligado en algunas redes, como Aragón, donde la norma fija la obligatoriedad de que los municipios programen un 30% de su presupuesto anual en programación aragonesa de cualquier género. Algo parecido ocurre en las redes de Castilla-La Mancha, en las cuales los ayuntamientos sólo deben pagar un máximo del 40% del caché, independientemente de la cifra que alcance éste. En la Red de la Comunidad de Madrid se asume el 60% del caché de las compañías autóctonas, cifra que alcanza hasta el 70% en la Red de Castilla y León.

El estudio también constata la frecuencia de los incentivos a determinados géneros, una línea de ayudas vinculada «a la intención de incentivar aquellos géneros que cuentan con especiales dificultades para su programación o que tienen una especial relevancia dentro de la política cultural de una comunidad o provincia». En el caso de la danza, la Red de Castilla y León cubre hasta el 60% del caché, cifra que alcanza el 70% en el caso de Galicia. Otras redes también incentivan esta apuesta por la danza. En Castilla La Mancha, por ejemplo, se reduce como incentivo el número mínimo de funciones para que un espectáculo coreográfico entre en gira.

Financiación e inversiones

Otro de los apartados del estudio presta atención a los recursos económicos y humanos movilizados por las diez redes y circuitos asociados a La Red Española. El análisis, que tiene en cuenta las inversiones de las redes y los espacios escénicos asociados a ellas para mantener sus programaciones, pone de manifiesto que la inversión total durante 2010 ascendió a 34.073.03 euros, una cifra superior a la de los ejercicios de 2006 y 2007 aunque un 10% inferior a la del año precedente, 2009. Esta cantidad permitió la actuación de 1618 compañías de pequeño, mediano y gran formato cuya producción artística englobaba disciplinas plurales y heterogéneas, como el teatro para adultos, las propuestas infantiles, el teatro musical, la magia, el circo, la música popular y música clásica, la ópera, la zarzuela, el ballet o la danza contemporánea.

La investigación repasa la evolución del presupuesto durante los últimos años, un análisis que permite constatar «la existencia de modelos de financiación estables, con pequeñas variaciones porcentuales anuales, como es el caso de Andalucía, Galicia, Murcia y Tenerife; modelos fluctuantes, con grandes variaciones interanuales, en el caso de Madrid y el País Vasco; y modelos mixtos, marcados por una relativa estabilidad que se rompe abruptamente en determinados ejercicios».

Indicadores

El informe elaborado por La Red también ofrece algunos indicadores interesantes para contrastar la actividad de los circuitos y medir su eficacia y eficiencia. Una de estos indicadores, el ratio de inversión por habitante, que tiene en cuenta la población potencial a la que va dirigida la programación de cada red o circuito, revela que el promedio se sitúa en los 1,91 euros por habitante. Por su parte, la inversión por miembro alcanza una media de 57.090 euros, cantidad invertida en la programación de las redes y circuitos por cada uno de los ayuntamientos y espacios escénicos asociados. De forma complementaria, las inversiones por compañía y por representación ofrecen, para el conjunto de las redes, unos promedios de 21.538 y 4.109 euros respectivamente.

Junto a los ratios anteriores, el estudio desarrolla otros indicadores que aportan pistas sobre la eficiencia y resultados de las redes analizadas. La medida de habitantes por representación, que pone en relación la demanda potencial con la oferta, sitúa la media en 3.038 habitantes por cada una de las representaciones programadas, mientras que el ratio de representaciones por compañía ofrece un promedio de 5,98 actuaciones, en una distribución que oscila entre las 10,58 representaciones que tienen lugar en el Circuito Andaluz y las 2,15 de Aragón. Otro de los indicadores del estudio permite conocer el promedio de representaciones que programa cada espacio escénico asociado. Ofrece, por tanto, una panorámica del modo en que cada red o circuito se consolida como un instrumento trascendental en la configuración de las programaciones municipales. La información del estudio revela que el promedio de representaciones por espacio escénico asociado a las redes se sitúa en las 14,66 funciones. Este indicador revela el peso específico de algunos circuitos, como la Red Vasca de Teatros y el Circuito Andaluz, entre sus socios y municipios beneficiarios, con medias de 29 y 21,67 representaciones por miembro.

Otro de los datos de interés es el que aporta la inversión por espectador, una ecuación que ofrece una media que se sitúa en los 20,7 euros, si bien es cierto que los datos relativos para cada una de las redes analizadas oscilan entre los 42,26 euros de inversión por espectador en el caso de la Rede Galega y los 11,5 de la Red Vasca de Teatros. No obstante, como aclara el estudio, estos datos deben ser interpretados tomando como referencia «la heterogeneidad de las programaciones y la variedad de disciplinas que atiende cada red, las políticas de captación de públicos, el aforo de los mismos espacios, la demografía de los municipios donde tienen lugar las representaciones, y la existencia de otros programas de exhibición».

El último de los indicadores elaborado por equipo de investigación analiza la eficiencia de las redes en el cumplimiento de uno de sus objetivos constitutivos: la creación y fidelización de públicos. El promedio sitúa las representaciones ofrecidas por las redes en 200,44 espectadores por función, aunque se trata de un dato que debe «interpretarse con cautela, pues los espectadores por representación se relacionan directamente con el aforo de cada espacio».

La programación

De forma complementaria, el estudio ofrece una visión panorámica de qué géneros son comunes a todas las redes y circuitos para vertebrar la oferta de este modelo de exhibición. Los datos recopilados constatan que el teatro de adulto y las propuestas infantiles son un rasgo común en la programación de todas las redes, recibiendo el mayor porcentaje del presupuesto y generando el mayor número de espectadores. Una afirmación que se ve matizada por una tendencia general, durante los últimos años, a reducir el peso porcentual del teatro en favor de otros géneros, un «hecho vinculado por otro lado a los incentivos regulados por cada red o circuito para promover un tipo de programación específica».

La procedencia geográfica de las propuestas programadas por diez redes y circuitos escénicos también es objeto de estudio. Los datos recogidos por la investigación señalan que la tendencia más frecuente es nutrir la oferta con producciones locales. En este sentido, las redes actúan como promotoras y dinamizadoras de las industria escénica y musical regional. El análisis muestra como la el circuito de la Diputación de Barcelona y el Circuito Andaluz tienen una programación orientada a su territorio que supera en todos los casos el 80% del total y, en casos como la danza o la música popular, en Andalucía llega al 100%.


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