La Sala Nasa y el Teatro Galán rechazaron el Premio Max al Teatro Alternativo
El pasado día 1 de abril el delegado de la SGAE en Galicia llamó a las salas NASA y Galán de Santiago de Compostela para ofrecerles el Premio Max al teatro Alternativo, premio que estas dos salas, referentes indiscutibles del teatro alternativo en Galicia desde hace más de 10 años e integrantes de la Asociación de Teatros Alternativos (ATEA) de Galicia, constituida en diciembre de 2002, decidimos rechazar de común acuerdo. Las razones para tomar esta decisión fueron las siguientes: (Pinchar en «Leer Más» para conocer el comunicado completo). – Rechazar este premio es una forma de denunciar la política de la SGAE hacia los artistas y la cultura en Galicia y sobre todo hacia el teatro y las salas alternativas gallegas. Conviene recordar que la SGAE lleva varios años incrementando considerablemente sus ingresos en Galicia. Sin ir más lejos, el año pasado sus ingresos en el área de teatro aumentaron un 44%. Sin embargo, la SGAE no ha desarrollado ni un solo proyecto serio de colaboración, apoyo, ayuda, promoción o difusión del teatro o la cultura gallega, ni dentro ni fuera de Galicia, mientras en Cataluña, por ejemplo, la SGAE aporta 50.000 € (aproximadamente la misma cantidad que tuvo que pagar el ayuntamiento de Vigo por acoger la gala de los Max) para un único plan de difusión del teatro independiente catalán en Europa y en el mundo. Y esto no es porque no se hagan esfuerzos en Galicia para conseguir la colaboración de la SGAE. Curiosamente, la SGAE es la única entidad, pública o privada, que cobró religiosamente en los numerosos actos culturales realizados en Galicia a raíz de la catástrofe del Prestige, mientras todos los artistas participaban desinteresadamente, convirtiendo la marea negra en parte de su particular negocio. Además, en los últimos años la SGAE se ha negado en repetidas ocasiones a colaborar con el Teatro Galán y la sala NASA cuando estas se lo solicitaron, para llevar a cabo proyectos consolidados y de importante repercusión como el Festival Alternativo de Teatro, Música y Danza de Compostela (cuatro ediciones realizadas, con participación de cías. como La Carnicería, Marcel.lí Antúnez, Andrés Corchero, General Elèctrica, Legaleón, Carmen Werner, Cambaleo…) o el festival de danza contemporánea en la calle “En Pé de Pedra” (siete ediciones con participación de más de 30 cías. de danza de todo el mundo). Por si fuera poco, la SGAE ha amenazado a la NASA con la prohibición de algunas de las actividades programadas en su espacio.
-Rechazar este premio es una forma de denunciar el intento de instrumentalización de los Max. Con la concesión de este premio a una organización gallega la SGAE solo busca una coartada para ocultar la nula presencia del teatro gallego en estos premios y en las políticas culturales de la SGAE. La SGAE exige de las instituciones gallegas un alto precio para celebrar la gala en Galicia, pero no ofrece a cambio nada más que colocar las caras de algunos nativos a cargo de las presentaciones y un premio de relleno.
-Rechazar este premio es una forma de denunciar la falta de criterio de la SGAE en este apartado. En anteriores ocasiones, la concesión de este premio Max al teatro alternativo ya estuvo envuelta en cierta polémica por su falta de criterio, por su carácter oportunista y por su olvido de una parte fundamental de la escena alternativa en España que se ha sabido organizar a lo largo de la última década alrededor de la Coordinadora Estatal de Salas Alternativas porque, curiosamente, este “premio alternativo” recayó en entidades ajenas a esa organización. Rechazando este premio queremos, por tanto, reivindicar el auténtico espíritu de los creadores, de las compañías y de las salas alternativas del Estado.
-Rechazar este premio es una forma de poner al descubierto el procedimiento de concesión utilizado por la SGAE. Este premio no lo concede ningún jurado, ni los autores asociados a la SGAE. Este premio es un comodín que los dirigentes de la SGAE (en este caso, su delegado en Galicia) conceden a dedo, utilizan a su antojo y con una finalidad más política que cultural. De hecho, este premio se concede a aquel que está dispuesto a aceptarlo antes que a aquel que lo merece. Y podemos asegurar que las personas que están detrás de su concesión no conocen nuestras salas ni se han interesado nunca por nuestro trabajo o la actividad desarrollada hasta ahora.
Se da la circunstancia, además, de que mantenemos una actitud crítica con respecto al modelo de gestión de los derechos de autor que representa la SGAE porque, como creadores, estamos mucho más interesados en la libre circulación de ideas que en su pura y dura comercialización, y consideramos que nuestras creaciones son algo más que una moneda de cambio.
Para ser consecuentes con las ideas que defendemos como creadores y por la dignidad con que tratamos de defenderlas en nuestro trabajo a través de las compañías Matarile y Chévere y de los teatros Galán y NASA, no podemos aceptar un premio que se concede de esta manera.
Estamos seguros, además, de que todos aquellos que conocen la trayectoria de nuestras salas y de nuestras compañías sabrán diferenciar lo que de verdad tiene de alternativo nuestro trabajo y lo que muchas veces se nos quiere vender frívolamente como alternativo con este tipo de premios.