La Seca Espai Brossa (c/ Flassaders 40, Barcelona) acoge el próximo jueves (10 de enero, 20.30 horas) el estreno del espectáculo de Fèlix Pons ‘La tardor barcelonina’ (El otoño barcelonés), basado en la novela homónima del filósofo y escritor Francesc Pujols a quien se rinde homenaje con motivo del 50 aniversario de su muerte. La puesta en escena de esta ‘perla negra’ de la literatura catalana está protagonizada y dirigida por el actor Fèlix Pons que cuenta con la participación sobre el escenario del músico Jordi Busquets.
La puesta en escena de ‘La tardor barcelonina’ es la primera adaptación de la novela original de Pujols, que está considerada como precursora del surrealismo. Escrita cuando contaba 20 años de edad, la pieza reflexiona con lucidez y mucho humor en temas como la imposibilidad del amor, el suicidio y el hecho catalán, además de otras cuestiones. Fèlix Pons presenta una propuesta escénica singular a partir de la obra menos conocida de Pujols, publicada el 1908 en la revista Papitu.
‘La tardor barcelonina’ es un texto magnífico que ha sido llevado a escena en una adaptación que combina artes visuales, teatro de texto y música en directo. Los protagonistas son el actor Fèlix Pons y el virtuoso guitarrista de rock Jordi Busquets que ponen en escena un texto rabiosamente moderno, de un autor tanto fascinando cómo poco conocido.
Según el poeta Enric Cassasses, se trata de «Una absoluta obra maestra», lo que lleva a sus responsables a confiar en que «estamos ante un texto que no se asemeja a nada, tan inclasificable como el mismo Pujols. ¿Se trata de una road movie existencialista? ¿De un Hamlet barcelonés? ¿De un Manual del Perfecto Suicida? ¿De una guía para misóginos con trampa? ¿De una novela negra para dandys? ¿De un texto precursor del surrealismo? ‘La tardor barcelonina’ es todo esto y mucho más.
El espectáculo respeta el texto original adaptándolo a una puesta en escena contemporánea que quiere destacar la fascinación de Pujols por el sueño, la fantasía, el humor, la mezcla de géneros y la transgresión. Una fascinación que compartía con Salvador Dalí, uno de sus alumnos destacados. A través de él, las lecciones de Pujols se incorporarían oficialmente a las vanguardias artísticas, años más tarde, con la fundación del surrealismo en París, en la cual Dalí tomó parte. Dalí siempre consideró Pujols un maestro, del cual copió maneras y lenguaje y le dedicó la escultura que preside la entrada del Museo Dalí en Figueres.
El protagonista de ‘La tardor barcelonina’ es un joven poeta que quema su masía y a su enamorada. Travestido de mujer para evitar la justicia, coge el tren hacia Barcelona. En el tren encuentra una doble de su enamorada que habla en ruso y un comerciante catalán que se enamora de él(a). Así empieza un periplo que lo llevará del pueblo en Barcelona y viceversa mientras se debate entre cuestiones filosóficas y el suicidio.
El actor, director y artista plástico Fèlix Pons ha creado un universo plástico que remite al pre-cine, contemporáneo de los años que fue escrita la novela, cuando imagen, cine y el ilusionismo iban de la mano. En este espectáculo no hay alta tecnología sino un proyector de transparencias, un proyector de diapositivas y dos bastidores que acontecen dos grandes cuadros sobre los cuales se pinta y se dibuja. Imágenes virtuales e imágenes físicas se mezclan en este espectáculo vintage, del mismo modo que realidad y ficción se mezclan en el singularísimo texto de Pujols.
Fèlix Pons ha querido sumar talentos y ha invitado al músico Jordi Busquets a compartir esta aventura a escena. Busquets, músico virtuoso, líder del mítico grupo «Sapo» y compositor de bandas sonoras para el cine, ha creado una magnífica banda sonora original para la pieza. Además, poseído por el espíritu de Pujols, abandona momentáneamente su guitarra eléctrica para interpretar varios personajes a escena junto con Fèlix Pons.
Los dibujos y las transparencias, que evocan un mundo onírico e infantil, están inspiradas en la obra de artistas como Jean Michel-Basquiat, Cy Twombly y William Kentridge. Las imágenes que se crean mágicamente a escena aportan una poética que se adapta perfectamente a la imaginería onírica de Pujols. El espectáculo presenta una estética muy cuidadosa, formalmente limitada a los colores negro, blanco y rojo. El negro y el blanco remiten al positivo y al negativo del fotograma, pero también a la figura del doble, omnipresente en la novela. El rojo es la vida, pero también la posibilidad de desprenderse a través del suicidio, una posibilidad que recorre toda la novela hasta el desenlace final.
La tardor barcelonina se estrenarà el proper 10 de enero a la sala Leopoldo Fregoli de La Seca Espai Brossa donde permanecerá hasta el 27 del mismo mes. Las representaciones serán de miércoles a sábado a las 20.30 horas y los domingos a las 18.30.
