El sexo como bandera
Obra: La vida sexual del español medio
Autor: Gabriel Olivares
Intérpretes: Gracia Olayo, Soledad Olayo
Escenografía: Damián Galán
Música: Mariano Marín
Dirección: Gabriel Olivares Producción: El Reló, Las Veneno, Belunda Producciones
Polideportivo Numancia – Puertollano- 05-11-02- Feria de Teatro de Castilla La Mancha
El contexto, la hora, los biorritmos, el ambiente, el espacio, la predisposición influyen en una representación. La presenciada con Las veneno como protagonistas estuvo marcado por muchas de estos condicionantes más los propios de la propuesta en donde en su título nada más y nada menos se dedican a la vida sexual “del español medio”, con lo que los tópicos son unas trampas que aparecen por todos los costados, fisuras y dobleces. Y es que el texto tiene muchos altibajos, no tiene una buena unidad, y como los problemas dramatúrgicos se solucionan, en ocasiones, desde la dirección, en este caso es el propio autor quien hace este menester con lo que no se encuentran nada más que abundamientos en los aparentes errores de concepción, tono y ritmo.
Las dos actrices se entregan, hacen suyo el texto, lo defienden con calidad, pero hay algo imposible de salvar como son las dificultades de una escenografía nada bien resuelta, las lagunas narrativas, los tiempos muertos y los sketchs de transición. Sobre las diferencias entre hombres y mujeres con respecto a esa acción de comunicación como es la práctica del sexo en compañía se han visto ya muchas propuestas y esta no alcanza en casi ningún momento un grado de originalidad en ninguno de sus conceptos, ni el sentido del humor alcanza a algo más que al desparpajo de las actrices. Este trabajo visto a media tarde, en unas condiciones precisas perdió, quizás en unas óptimas posibilidades tenga algo donde apoyarse para defenderlo y comunicar, porque lo que se nos quedó fue algo primario, populista, aparente provocador, pero muy mal presentado en forma y fondo. Con el sexo como bandera se pueden caer en lugares muy comunes, y así nos pareció en esta ocasión.
Carlos GIL
