La voix humaine/Cavalleria rusticana/Emma Dante/Teatro Comunale de Bologna
El universo femenino en un díptico inédito
El amor y la desesperación de la mujer abandonada por su amante han unido esta dos óperas alejadas en el tiempo y en el ambiente, pero muy próximas en la sensibilidad femenina. Jean Cocteau escribió La voix humaine en 1930, estrenada ese mismo año en la Comédie Française, y Francis Poulenc la musicó en 1958, estrenándola en París en la Opéra Comique en 1959. Refinado compositor, sus primeras partituras son típicas de de la ligereza del espíritu francés e intentan traducir la difuminada y abstracta atmósfera del impresionismo, pero junto a estas composiciones soñaba con una música melancólica y melodramática, que consiguió expresar especialmente en Dialogue de carmelite (1957) y La voix humaine. Esta última magnífica escritura de Poulenc denota una mano hábil y una construcción típica de toda la escuela francesa, acercándose a una especie de neoclasicismo que no carece de momentos de alto dramatismo.
El montaje de Emma Dante, magistral directora de quien hemos apreciado extraordinarios espectáculos, sitúa a la anónima heroína en una habitación de hospital psiquiátrico y la circunda de los fantasmas de su mente (enfermeras, médico, su amante con su nueva conquista, etc.). Nos parece que esta solución distrae del hondo dolor y terrible soledad de Elle, quitando dramatismo. Pero la soberbia e intensa interpretación de Anna Caterina Antonacci consigue imponerse con su personalidad y fresca voz, su sensual y melancólico timbre, que transmiten al principio abatimiento y resignación, debilidad, después agresividad, y al final toda su desesperación.
Michele Mariotti, Director musical del Teatro Comunale y Premio Abbiati de la crítica 2016, dirigió con su habitual firme pulso su orquesta, que dio una versión elegante y refinada, acompañó cuidadosamente a los cantantes y consiguió crear una atmósfera cálida y a veces emocionante. Es precisamente la batuta del maestro la que, con su extraordinaria lectura del famoso Intermezzo consigue subrayar la etérea dulzura que encontramos también en algunos momentos de una obra como Cavalleria rusticana, donde Mascagni nos hace escuchar una música tierna y sentimental en los momentos más dramáticos. En efecto, esta ópera ofrece una síntesis magistral de melodía y fuerza dramática, manteniendo siempre una gran unidad estilística. Estrenada en 1890, pertenece al verismo que, nacido en Italia con Giovanni Verga como movimiento literario, pasó a la música. Cavalleria Rusticana está basada en el homónimo cuento de este autor y se considera como el manifiesto del verismo musical.
Emma Dante ha conseguido un montaje totalmente nuevo y moderno, y su gran acierto es la interpretación de Cavalleria rusticana como una tragedia que trasciende la sicilianidad. En el escenario domina el negro en los velos de las paredes y en los trajes de todos los actores, creando imágenes impactantes y dando proyección universal a esta historia de celos y venganza. Sugestivas las alusiones al Compianto sul Cristo morto de Niccolò dell’Arca, famoso grupo de figuras de terracota en la iglesia de Santa Maria della Vita en Bolonia, la Vía Crucis estilizada o la transformación del Paso en catedral. Pero entre tantos signos de muerte no faltan símbolos de vida y de alegría, como los variopintos abanicos que agitan las coristas, o los actores-caballos del carrito siciliano cubiertos de coloridos penachos. La Directora extrajo la parte más dramática y emocional de los cantantes, que realizaron magníficas interpretaciones. En particular señalamos a Carmen Topciu que, en el papel de Santuzza, se entregó sin reservas para convencer y emocionar, llegando sin problema a los sobreagudos, controlando la coloratura y dando a su canto una gran carga dramática. La acompaña al mismo nivel Marco Berti, el único que no se estrenaba en esta ópera, un Turiddu con una magnífica voz vibrante y amplia. Entusiamante el dúo de ambos. Buena también la interpretación de Gezim Myshketa (Alfio) y de Claudia Marchi (Lucia). De cumplida presencia, pero voz algo débil, Anastasia Boldyreva (Lola). Magnífico el coro preparado por Andrea Faidutti, que sabe también actuar en total simbiosis con los jóvenes de la Escuela de Teatro de Alessandra Galante Garrone y los seis actores de la compañía de Emma Dante.
Esta nueva producción del Teatro Comunale ha ofrecido una extraordinaria noche de lírica, con un reparto ovacionado y aplaudido repetidamente por un público entusiasta.
Magda Ruggeri Marchetti
«LA VOIX HUMAINE» DE F. POULENC Y «CAVALLERIA RUSTICANA» DE P. MASCAGNI
Director musical: Michele Mariotti. Director de escena: Emma Dante. Escenógrafo: Carmine Maringola. Figurinista: Vanessa Sannino. Iluminación: Cristian Zucaro. Orquesta y Coro del Teatro Comunale di Bologna, 10-18 de abril 2017.