La Zaranda, Premio Nacional de Teatro en España, presenta en México D.F. ‘Nadie lo quiere creer. La Patria de los espectros’
La compañía jerezana La Zaranda-Teatro Inestable de Andalucía la Baja, que el pasado mes de noviembre fue galardonada con el Premio Nacional de Teatro que concede el Ministerio de Cultura de España a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), recala en Ciudad de México para ofrecer dos funciones el sábado y el domingo de Nadie lo quiere creer. La Patria de los espectros en el Teatro Orientación.
Dos serán las actuaciones que protagonizará La Zaranda-Teatro Inestable de Andalucía la Baja el sábado y el domingo (2011/07/16 a las 19.00 y 2011/07/17 a las 18.00) en el Teatro Orientación (Reforma y Campo Marte s/n, atrás del Auditorio Nacional), que han sido organizadas con la colaboración del Centro Cultural de España en México, la Consejería Cultural de España y la Coordinación Nacional de Teatro. En ambas funciones la, compañía jerezana pondrá en escena su última creación Nadie lo quiere creer. La Patria de los espectros.
Esta obra que se estrenó el 16 de octubre de 2010 en el Festival Temporada Alta de Girona, es un sainete espectral, un retrato de las miserias humanas ante la muerte, de las disputas de los parientes frente a la gangrena que corroe a la vieja ama, del tedio y los intereses mezquinos por sobrevivir, también como una gangrena en vida.
Poco después de su estreno, en noviembre, La Zaranda fue galardonada con el Premio Nacional de Teatro, que concede el Ministerio de Cultura a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), y que está dotado con 30.000 euros. Con este reconocimiento, la compañía vió respaldada una trayectoria de más de tres décadas.
La Zaranda es una compañía que dirige Francisco Sánchez, que en su faceta de director es conocido como Paco de la Zaranda, y de la que forman parte Eusebio Calonge -autor de los textos- y los actores Enrique Bustos y Gaspar Campuzano, que comparten con Sánchez el protagonismo sobre el escenario. Su trayectoria tiene como constantes teatrales, según señalan ellos mismos «el compromiso existencial y la fidelidad a sus raíces tradicionales; como recursos dramáticos: el uso simbólico de los objetos, el expresionismo visual, la depuración de textos y la creación de personajes límites; y como método de trabajo, un riguroso proceso de creación en comunidad». Añaden además que «La Zaranda, como cernidor que preserva lo esencial y desecha lo inservible, desarrolla una poética teatral que lejos de fórmulas estereotipadas y efímeras, se ha consolidado en un lenguaje propio, que siempre intenta evocar a la memoria e invitar a la reflexión».
El origen de la compañía tuvo lugar en la década de los años setenta, y según señalan ellos mismos «tras un cúmulo de experiencias individuales, es en 1978 es cuando se produce el encuentro y la decisión de condensar todas sus experiencias en una fase de trabajo». Ese inicio dio paso a un «largo y hondo camino» desde que partiesen de esas premisas «y las ilusiones intactas, lejos de las estrategias mercantiles del espectáculo, de los costumbrismos de la época, seguimos buscando sobre el escenario los vínculos entre nuestra memoria y nuestra imaginación, persiguiendo la realidad que no sucede, la verdad que adormece en el corazón de los hombres, como declaramos en nuestros principios y fieles a ellos, «nuestros trabajos surgen de la ansiedad de expresar lo que somos de acuerdo con la confidencia poética de nuestros sentimientos».