La Zaranda regresa al Teatre Romea de Barcelona con ‘Manual para armar un sueño’
La obra transcurre en el corto espacio de tiempo en el que un actor va del camerino al escenario y funciona como metáfora de la vida
El Teatre Romea de Barcelona ofrece desde hoy, 5 de junio de 2024, ‘Manual para armar un sueño‘, una obra de Eusebio Calonge dirigida por Paco de La Zaranda y protagonizado por Francisco Sánchez, Gaspar Campuzano y Enrique Bustos. Es una producción de Teatro La Zaranda, Teatro Español de Madrid, Teatre Romea de Barcelona y Teatro de Rojas de Toledo.
Se trata de una ocasión «muy especial», con afirma Josep Maria Pou, director artístico del Romea. «En primer lugar, por la vuelta de la compañía responsable del montaje, La Zaranda, una formación habitual en el escenario del Romea y, tal vez, tal y como ha afirmado el propio Pou, la compañía que más ha representado el teatro español tanto a nivel nacional como en el extranjero». En segundo lugar, porque La Zaranda «es casi una compañía estable de la casa, casi como un familiar de esos que vienen de vez en cuando de visita, que se quedan un par de días, pero que te llenan el espíritu de cosas maravillosas. Además, si hay un aspecto en el que no puedo competir con esta compañía es con la cantidad enorme de vueltas y vueltas que han dado por todo el mundo.»
Otro aspecto extraordinario de este montaje coproducido por el Teatre Romea, es que marca los 45 años de trayectoria de la compañía, cuatro décadas mostrando un estilo teatral particular, una fórmula artística que fusiona poesía visual, filosofía y humor con un sello de identidad tan propio como inconfundible. Y ‘Manual para armar un sueño‘ es, además, un sincero y personal homenaje al mundo del teatro y al oficio del actor. «Todos los espectáculos de la Zaranda – dice Pou – tienen este vuelo poético que nos traslada una crítica hacia la sociedad y una filosofía de vida, siempre con ese toque de humor tan especial, la poesía de lo cotidiano, de los objetos … »
«Esta es la historia de un viaje que va del camerino al escenario. Le pasan tantas cosas por la cabeza a un actor cuando el regidor avisa de que faltan cinco minutos para empezar… Estos son los momentos fundamentales de la vida de un intérprete, y ésta es, creo, la base de este espectáculo», añade Josep Maria Pou.
Paco de la Zaranda, director del espectáculo, comparte esa visión. «Para mí, la vida es tanto un milagro como un misterio. Creo que el trabajo que hemos hecho con esta obra ha sido muy particular a nivel actoral y me ha permitido aprender muchísimo; en especial, he aprendido lo más importante y es sentir, profundamente, que el teatro es un milagro como la vida, que son cosas que no pueden separarse, porque separar el teatro de la vida es dejarla desnuda, sin metáforas, y la vida sin metáforas no sería búsqueda. El teatro, la creación, siempre sale de lo más profundo del ser humano, una profundidad que se encuentra en los dos metros que separan el camerino del escenario. Y la distancia desaparece, porque el espacio escénico tampoco existe realmente. El teatro es un encuentro con lo más profundo del ser humano». Sobre ‘Manual para armar un sueño‘, añade Paco que «lo teníamos todo en contra para sacar adelante este proyecto. Y sólo podía salvarnos seguir creyendo en lo que hacemos. Y de ahí nace este manual, que en ningún caso es pedagógico, sino un manual de vida.»
Por su parte, Eusebio Calonge, autor de la obra, habla de los ejes de pensamiento que vertebran la dramaturgia tanto del espectáculo, como del propio trabajo filosófico de la compañía. «El trabajo se plantea como un viaje fantasmagórico donde el personaje va en busca del actor. Empieza quizás con una referencia clásica a Don Quijote. Creo que esta es la vida del actor de la que hablábamos antes, ese recorrido desde el camerino en el escenario, un viaje trascendente donde el actor busca al personaje. Creo que este viaje siempre tiene una verticalidad, busca al público, se busca el actor a sí mismo y también busca ese sueño inalcanzable que le lleva a lugares tan lejanos y desconocidos. El viaje del teatro es siempre viajar detrás de este sueño inalcanzable, donde ponemos la vida. Para mí, ese es el sentido del teatro clásico. Mucha gente nos ha dicho que nuestro pequeño homenaje al juego de salir al escenario puede calificarse de metateatro, pero yo creo que es una metáfora de la vida, de una búsqueda. En el fondo, aquí hablamos de nosotros mismos.»