El Chivato

Laila Ripoll asumirá la dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC)

La nueva responsable de la Compañía limitará sus posibles direcciones de escena a un máximo de una producción por temporada

La dramaturga Laila Ripoll será a partir del próximo 1 de enero la nueva directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), unidad dependiente del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM),organismo autónomo del Ministerio de Cultura. Su designación por un período de cinco años, prorrogable por un máximo de otros tres, ha sido anunciada este lunes por la dirección general de esta institución tras un proceso de selección que ha atendido a los principios de igualdad, mérito y capacidad, así como a los de publicidad y concurrencia. Su proyecto se ha impuesto de forma unánime en las diferentes fases del proceso entre las 19 propuestas presentadas, que se han sometido en su totalidad a la valoración del Consejo Artístico del Teatro del INAEM, según lo dispuesto en el Real Decreto 497/2010, de 30 de abril, por el que se regulan los órganos de participación y asesoramiento de este organismo, y los artículos 7 y 8 del Estatuto de la CNTC.

Proyecto artístico y de gestión

La propuesta de Laila Ripoll busca, desde un profundo compromiso con los clásicos y con la gestión pública, consolidar a la CNTC como piedra angular en la producción, difusión y divulgación del Siglo de Oro, ampliando la influencia que ha generado en el tejido artístico español durante sus casi 40 años de historia, para que continúe siendo “no solo un gran referente del teatro áureo, sino un centro cultural y artístico de primera magnitud”.

Con la excelencia como guía, entre las claves del proyecto se encuentran convertir al Clásico en una institución de referencia no solo en lo artístico, sino también en la gestión, fortaleciendo la identidad de este centro de producción del INAEM como espacio público, facilitando el diálogo interno y los espacios de escucha, y con el rigor y la transparencia como principios rectores. Asimismo, Ripoll apuesta por un liderazgo guiado por una gestión de equipo compartida. La nueva responsable de la Compañía limitará sus posibles direcciones de escena a un máximo de una producción por temporada, una responsabilidad que no asumirá antes de 2026.

Entre los ejes definitorios de su propuesta, se encuentran la contemporaneidad, que promueve una lectura actual de los textos clásicos; la paridad, para defender la igualdad efectiva entre creadores y creadoras, con especial atención al papel de las dramaturgas y adaptadoras; la inclusión, para asegurar la accesibilidad tanto de público como de creadores con diversidad funcional; la descentralización, que busca trabajar en la presencia de la Compañía en todo el territorio del Estado; y la internacionalización, con el fomento del patrimonio áureo español para su presencia regular en los principales festivales del mundo.

En cuanto a la programación, Ripoll impulsará entre dos y tres producciones propias por temporada (una de ellas vinculada a la Joven CNTC) y apuesta por incluir al menos un título inédito en el repertorio de la Compañía. También llevará a cabo coproducciones y colaboraciones y aspira a exhibir el trabajo de compañías invitadas de reconocido prestigio, tanto nacionales como extranjeras.

Su proyecto defiende que el repertorio esté abierto a todo tipo de lenguajes escénicos en relación con el patrimonio áureo, desde la danza al teatro musical, e impulsará la presencia continuada de teatro para la infancia.

Entre las propuestas contempladas en su candidatura, Ripoll incluye asimismo el desarrollo de una bolsa de actores especializada, formada por intérpretes que hayan pasado por la CNTC y que dominen las técnicas del repertorio, y apuesta por la realización periódica de audiciones. Asimismo, en 2025 se convocará también un proceso de selección abierto para conformar la séptima promoción de la Joven CNTC.

Con el nombramiento de Laila Ripoll, en 2025 se alcanzará la paridad en las direcciones artísticas del INAEM, ya que cuatro de ellas estarán lideradas por mujeres: Joven Orquesta Nacional de España (con Ana Comesaña al frente), Teatro de la Zarzuela (Isamay Benavente), Compañía Nacional de Danza (Muriel Romero) y, a partir de enero, Compañía Nacional de Teatro Clásico. Esta cifra se eleva a seis si se cuentan los centros de documentación dependientes del organismo (el Museo Nacional del Teatro, con Beatriz Patiño como directora gerente, y el Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música, con Marina Bollaín en la dirección).

Trayectoria profesional

Laila Ripoll (Madrid, 1964) es una directora de escena, dramaturga, gestora cultural y docente con experiencia en producción. Se formó en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) y cursó estudios en la Escuela de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, donde fue alumna de Josefina García Aráez, María Jesús Valdés, Joaquín Campomanes, Elvira Sanz, Adolfo Ponte y Ramón Regidor, entre otros. Posee una titulación en Pedagogía Teatral (RESAD – INEM) y se especializó en la Escuela de Artes en interiorismo y escenografía.

Como directora, Ripoll ha liderado mas de treinta montajes y ha escrito más de 40 textos teatrales. Para la CNTC ha versionado y dirigido títulos como Del rey abajo, ninguno, de Rojas Zorrilla (2007) y La judía de Toledo, de Lope (2017), autor al que también versionó en La cortesía de España con dirección de Josep María Mestres (2014). Además, ha sido miembro del tribunal de selección de la cuarta y de la quinta promoción de la Joven CNTC y formó parte del Consejo Artístico del Teatro del INAEM que participó en la redacción del estatuto de la Compañía (2010/2012). En el CDN ha dirigido títulos como Los niños perdidos (2005) y Cáscaras vacías (2016).

Como gestora, Ripoll ha sido directora del Teatro Fernán Gómez – Centro Cultural de la Villa entre 2019 y 2023, y es directora y socia fundadora de Teatro Micomicón, compañía que cuenta con más de treinta años de trayectoria y que nace especializada en teatro clásico español, auque a partir del año 1999 también se abre a la creación de textos propios.

Entre sus múltiples reconocimientos destacan el homenaje que le dedicaron en la última edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, donde también comisarió la exposición del Museo Nacional del Teatro Calderón, un escenario imaginado; el premio Fuente de Castalia (Clásicos en Alcalá), 2023; el Talía a la Mejor Dirección por Tea Rooms (2023), el galardón de la Asociación de Directores de Escena a la Mejor Dirección por Rif, de piojos y gas mostaza (2022), el Premio del público al Mejor Espectáculo del Festival Don Quijote de París por El triángulo azul (2016), obra que también le hizo valedora del Premio Nacional de Literatura Dramática (2015) y del Max al mejor autor ese mismo año y posee también el Premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España (2002).


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