Las Veneno presentan ‘Antonia Machín’ de Patxo Telleria en Bilborock
Tras el frustrado intento de estrenar la obra en el marco de la pasada edición de la Feria de Artistas Callejeros del Humor-Umore Azoka de Leioa por la indisposición de una de las hermanas Olayo, Las Veneno recalan en Bilborock para presentar Antonia Machín, un espectáculo escrito por Patxo Telleria, desde el humor y el respeto, y que dirige Aitor Mazo. La pareja humorística que integran Gracia y Soledad Olayo presentan en este espectáculo una creación cuyo punto de partida es una experiencia colectiva de cambio de sexo. Los dos ‘cobayas’ que han tomado parte en esa experiencia piloto aparecen ya convertidos en mujeres y, entusiasmados con los resultados del cambio realizado, animan a los espectadores a seguir su ejemplo.
Con la finalidad de convencer a la concurrencia sobre lo acertado de su decisión, las dos mujeres apelarán a la razón. Con sus argumentaciones pretenden demostrar que el papel de la mujer ha cambiado y que ahora que ellos son mujeres, existe realmente la igualdad. Además aventuran que este proceso no terminará hasta que el cambio sea radical, es decir, hasta que la mujer pase de estar dominada a ser dominante. En ese momento, el hombre tendrá que rendir cuentas de su posición de macho dominante.
Astracanada ilustrada
Esa gran teoría es, sin duda, una poderosa razón para animar a todos al cambio de sexo, posible gracias a una máquina que, previo desembolso económico, lo hace de modo indoloro y automático. Todo se disparata y la presencia del dinero desvirtúa un propósito, en principio, cargado de buenas intenciones. Lo único que resulta contraproducente es que atrae la plaga más contemporánea, que no es otra que la que reduce al ser humano a la condición de consumidor compulsivo. Entre la utopía y el esperpento, Antonia Machín plantea la idea de un mundo habitado sólo por mujeres, un mundo más justo, sensible y pacífico, es decir, un mundo feliz.
El juego que sobre el escenario desarrollan Las Veneno en torno al supuesto del futuro universo femenino, les ha llevado a deformar esa imagen inicial, agitándola, pintándola de colores chillones y reflejándola en el espejo del esperpento y de la ironía. Esta “astracanada ilustrada (como una ensalada)”, según la ha definido Aitor Mazo, tiene la única finalidad de jugar y de entretener a los espectadores, porque según destaca Telleria “somos comediantes, no filósofos ni ensayistas. Nuestro oficio es entretener, arrancar la sonrisa o la risa del espectador, procurando, eso sí, no ofender en ningún momento a su inteligencia”.