Entramos en una carpa de madera, pequeña, no somos más de 20 espectadores. El noticiario de la radio está puesto, alto y mal sintonizado. El actor Pol López, en su papel de investigador del subsuelo, está cavando agachado de cuatro patas al fondo de la carpa. Se le ve la rabadilla. La directora financiera del proyecto geológico, la actriz Neus Umbert, nos indica donde sentarnos. El espacio-laboratorio está lleno de cosas «sofisticadas»: tubos, reguladores de presión, palas excavadoras, cascos, etc. Entre el ruido de la radio casposa, el de las obras, los espectadores apretujados acomodándose en unos banquillos, la rabadilla del actor al fondo… uno piensa que está en cualquier otro sitio menos en un lugar teatral. De esta forma tan fantástica empieza Lava, un espectáculo mayúsculo para adultos y niños a partir de 6 años de los belgas de Studio Orka, que la compañía Imaginart de Sabadell ha comprado los derechos de explotación en España.
De hecho, antes de entrar a la carpa, Umbert nos ha recibido delante del teatro. En esta ocasión estamos en la explanada del Lliure de Montjuic. El personal del teatro nos ha roto la entrada fuera del recinto, se respira cierto aire festivalero, el de los momentos excitantes. La directora del proyecto nos da la bienvenida y nos advierte de un descubrimiento científico que su equipo de investigadores acaba de realizar estos días. Como los grandes descubrimientos, ha sido por casualidad, mientras hacían prospecciones geológicas a 14 y 15 metros bajo tierra para conocer datos sobre el terreno. Parece que toda esta zona de Montjuïc (Teatre Lliure, Mercat de les Flors) irá abajo para construir un gran complejo comercial. A los adultos se nos escapa una risa tonta, incrédula, y por un momento dejamos de respirar. Y es que tal y como está el patio, todos pensamos por un momento que puede que algún día acaben pasando este tipo de «chorradas», que oigo decir a un niño. Vaya friolera, suerte que ya entramos en la carpa.
Una vez dentro, la directora nos presenta a su equipo: Pol y Carla, el maestro cascarrabias y la aprendiz. A los pocos minutos del inicio del espectáculo, hacemos un juramento en el que todos nos comprometemos a no decir ni una palabra de lo vamos a presenciar en esta carpa. Por lo tanto, no voy a desvelar nada, pero no me puedo resistir a deciros que Lava es uno de los mejores montajes que he visto nunca para el público familiar. ¡Este espectáculo tendría que hacer parada delante de cada teatro de la península! Me quedo con muchas cosas, empezando por los tres actores, y en especial con Pol López, este joven actor que tras el bombazo que supuso su presencia en los montajes de Julio Manrique («Americano Buffalo», de David Mamet y «El arquitecto», de David Greig), se ha consolidado esta temporada con el monólogo «Ivan i els gossos», de Hattie Naylor, dirigido por Pau Carrió. Qué lujo poder ver a un gran actor en un espectáculo para niños y adultos, es todo un privilegio. Carla y Neus también están espléndidas. Me quedo también con la forma que tiene de comunicar con el público: natural, directa, sin filtros, con putería, al grano, jugando con los niños, llamando la atención al que se pierde, «niños, no me hagáis vibraciones al suelo, silencio, que esto es ciencia!». Y sobre todo me quedo con la perplejidad de los chavales durante y al final de la obra. El descoloque es notable. Han ido al teatro, pero les han hecho entrar en una carpa del exterior. ¿Esto es teatro también?¿Han ido a ver un espectáculo o una visita de obras? Los personajes son actores, científicos o obreros del ayuntamiento un poco chalados? Y lo que acaban de ver, ¿va en serio o no? ¡Es que es muy fuerte!
