El espectáculo Court-miracles de la compañía francesa Le Boustrophédon logró aunar los criterios del jurado y del público que coincidieron al otorgar los Dracs D’Or al Mejor Espectáculo en la XX Fira de Titelles de Lleida que se celebró entre el 30 de abril y el 3 de mayo. El premio al mejor espectáculo infantil fue concedido ex-aequo, a la obras Pedra a pedra de la compañía El Teatre de l’home dibuixat y a La vida de un piojo llamado Matías de El Espejo Negro.
La concesión de los dos premios más importantes a la compañía Le Boustrophédon, fueron justificados por el jurado profesional es su “gran talento creativo, el interés que despierta su dramaturgia sin palabras y por las diversas técnicas ejecutadas en el espectáculo de un alto nivel interpretativo”. El jurado del público, por su parte, atribuyó la asignación del galardón del premio al mejor espectáculo al trabajo de la compañía de Toulouse a “su humor, el impactante trabajo, la originalidad y la coherencia que hacen de ‘Court-miracles’ un proyecto integral y sensacional”.
El galardón al mejor espectáculo infantil que fue elegido por los espectadores lo compartieron las compañías El Espejo Negro por su creación La vida de un piojo llamado Matías del que valoraron “su frescura, originalidad y el universo lacerante de su creador que llegan a cautivar un público ávido de emociones y de pasárselo bien” y la obra de El Teatre de l’home dibuixat, Pedra a pedra, “por su implicación, sostenibilidad y magia”. Además, los espectadores concedieron un accésit en este apartado al espectáculo Ovni de Farrés Brothers i cía. “por agrupar en un ejercicio de sensibilidad teatral los nuevos lenguajes resultando una buena película de la cotidianidad de la vida”.
El resto de los galardones, concedidos todos ellos por su jurado profesional, fueron a parar a los espectáculos Joan sense per de la compañía Egos petits, que logró dos Drac D’Or, el de ‘Ara Lleida, Ara Titelles’ “por su valores artísticos y humanos y por tratarse, en conjunto de un espectáculo original, divertido y formativo para todo tipo de espectadores” y el de las Autonomías “por su calidad artística y todas sus posibilidades: adecuación a cualquier espacio escénico, público y programación”. El Drac D’Or Internacional fue concedido a la obra The seed Carriers de la compañía Stephen Mottram.
Otros de los premios adjudicados fueron el Drac D’Or a la mejor dramaturgia, que recayó en La vida de un piojo llamado Matías de El Espejo Negro “por la originalidad de su planteamiento, vigencia del argumento y expresiva escenografía”; el Drac D’Or de interpretación a la obra The seed Carriers de Stephen Mottram, “por su virtuosismo, precisión y expresividad”; el Drac D’Or de escenografía a la obra El intrépido viaje de un hombre pez de la compañía Onírica Mecànica, “por la integración del público en el espacio escénico y la riqueza de materiales”. El Drac D’Or a la propuesta más innovadora quedó desierto, aunque se concedieron dos menciones especiales: a Pepe títere interpretado por Daniel Raffel “por toda la magia que ha repartido por la ciudad” y a La Canija por «haber conseguido la entrega absoluta de su público”.
