Lekeitio, cobijo de un espectacular puerto creativo
«Haizeak gure errautsak eramanen ditu beste hizkuntzaz mintzo diren ezpainetaraino, gure aitaren etxeak zutik iraunen du gu gabe» (El aire llevará nuestras cenizas hasta los labios que hablan en otro idioma, la casa de nuestro padre continuará de pie, sin nosotros»). Con estas palabras de Sarrionandia, la compañía Dantzaz cerraba el espectáculo Sarritsasoa, mientras los bailarines se sumergían en el mar. Seguidamente, en el horizonte atardeciendo los niños de «Sarritsasoa», como si fueran las semillas de una nueva vida, se hacían a la mar en una pequeña embarcación.
La mayoría de los espectadores del festival coincidían en que Sarritsasoa ha sido la representación más emocionante del programa. El universo del poeta de Iurreta convertido en danza encontró en la playa un lugar apropiado y sin igual. En este sorprendente escenario han surgido emociones intensas.
El trabajo hermoso e incansable de los bailarines, unas coreografías con gran energía y espectaculares efectos puntuales son algunas de las señas de identidad de este trabajo creativo. Son náufragos inmersos en un intenso viaje. Los vigías de la atalaya mirando la singladura, enredados en la red marina… y de pronto, el bombardeo de Gernika aparece como uno de los grandes momentos del espectáculo. En esta escena hay que resaltar la entregada participación los bailarines del grupo lekeitiarra Karkabia y de un puñado de niños. Al final unos pequeños fueguitos que se balanceaban en el mar encendieron nuestro ánimo. Ha quedado grabado para siempre en nuestra retina. Inolvidable.
Sarritsasoa, novena producción del festival, ha conseguido un notable éxito y abre un nuevo camino y nuevas puertas al futuro.
Desde Escocia llega el grupo Chipolatas. Tres grandes artistas. Buenos músicos, finos humoristas, hábiles malabaristas… y sobre todo maestros en la puesta en escena. Gentleman of the road ha sido una maravillosa sorpresa. Un trabajo redondo y una reivindicación de una vida gozosa y positiva.
Cuando más público se ha reunido ha sido a las noches. El viernes, el grupo mediterráneo Scura Splatas, que se ha convertido en un clásico, llevó a las calles de Lekeitio el pasacalle de fuego, el Correfoc, para disfrute de los jóvenes aficionados al teatro. Es realmente impresionante ver el diálogo con la pirotecnia de 4.000 personas entregadas. Todo un pueblo en danza. Una invitación a vivir con intensidad.
En la noche del sábado la compañía francesa Généric Vapeur sorprendió a 5.000 espectadores con un pasacalle potente y agresivo. Los hombres de azul, bidón en mano, tienen por ley la provocación. Llegaron del mar y utilizaron con inteligencia y provecho los hermosos elementos que el puerto de Lekeitio ofrece para dar un toque único a su espectacular trabajo de nombre Bivouac.
De Japón aterrizó el dúo Ojarus, ya que en Lekeitio empieza su gira europea. Desde nuestro festival viajarán hacia Italia, Polonia… Por un lado su estética, utilizando unas largas y llamativas cabezas largas orientales y por otro su inocencia se mezclan en una propuesta artística llena de pequeñas sorpresas que hacen de su trabajo callejero una invitación a la sonrisa y al buen humor.
El estreno de Deabru Beltzak tiene su base en la robótica. Tres gigantes lobos y un piano-lobo itinerante son los elementos que han diseñado y construido con inteligencia. Un paso en las nuevas tecnologías.
El domingo en Lekeitio apareció la Trapumanía. Trapu Zaharra tiene en este festival un grupo de seguidores fieles que disfruta con sus propuestas. Camping Renove sigue en la reflexión que este grupo va desgranando sobre lo absurdo de esta sociedad. Los tres actores dominan los tiempos del humor y son expertos en la improvisación. Pocas veces podemos ver en directo cocinar una paella dentro de un argumento repleto de ironía. Una sátira a la falta de humanidad que nos rodea. «Gizakia ekarri munduaren neurrira» (Traer al ser humano a la medida del mundo) tal y como reivindicaba Kirmen Uribe desde el cartel de presentación del festival.
Los más jóvenes también tuvieron su momento para disfrutar. La plaza se llenó de niños y niñas para ver el trabajo de Eidabe, Kanpanolue 11 salto gehiago. Este grupo bilbaino conoce los secretos de la magia del teatro participativo y sus juegos de animación revolucionan el espacio escénico. Alegre, muy alegre.
En la misma medida que el Festival Internacional de Teatro de Calle de Lekeitio es un festival humilde tiene en su programación una gran calidad creativa y emotiva. El tiempo respetó todas las actuaciones, solo un grupo tuvo que encontrar cobijo en el pórtico de la iglesia. El festival sigue la estela del éxito de las últimas ediciones. 25.000 espectadores en quince representaciones. Es la referencia de Euskal Herria con un festival internacional que busca la innovación. Abriendo nuevos espacios, en esta edición ha encontrado en la playa un lugar ideal para mostrar un espectáculo de danza que difícilmente olvidaremos. Las artes de calle nos hacen ser mejores, más felices y más libres. En esta singladura esperanzadora damos nuestros pasos, mientras la casa del padre sigue en pie.
Imanol Agirre, director artístico.