El próximo 11 de octubre se estrena la ópera creada por La Fura de les Baus y dirigida por Àlex Ollé »El holandés errante’ en la Òpera de Lyon que se podrá disfrutar durante siete funciones más que se llevarán a cabo a lo largo del mes de octubre.
Esta es la segunda adaptación de Àlex Ollé de una ópera de Wagner. La primera fue ‘Tristan et Isolde’ que se estrenó también en la Ópera de Lyon en el 2011 y ahora es el turno de ‘L´holandès errant’ pieza que corresponde a la época más joven del compositor alemán. Podría suceder una historia así en la actualidad? Podría tener la vida tan poco valor al extremo que la muerte no significaría una mala opción? estas y otras muchas preguntas son las que el director se ha planteado para abordar la puesta en escena del espectáculo.
Errant será en esta ocasión un barco embarrancado en un desierto de surrealismo industrial. Un grupo de hombres y mujeres, casi una tribu ancestral a medio camino entre piratas y esclavos de barco mercantil, que ya han empezado a desguazarlo. Lo que brota de las entrañas de la nave, su tripulación, su capitán, son ahora los mismos fantasmas de los operarios que lo destruyen. Son sus deseos, sus ambiciones, su anhelo de poder, de riqueza, de libertad, de sus miedos. Es una emanación de los residuos contaminantes de las aspiraciones de una sociedad en los confines del infierno.
La Fura dels Baus propone una enésima relectura de ‘El holandés errante’ que vuelve la leyenda y el realismo de esta ópera al público. Y lo conseguirá a través de una emociones que desde la época de Wagner se han ido transformando, pero preservando el sentimiento romántico de lo absoluto, tal y como el compositor lo percibe en el mar. El barco del holandés errante, fantasmagórico, es el espacio donde habita la memoria de la leyenda, presencia que a medida que avanza la ópera sufrirá un proceso de desguace. En esta versión la circularidad del tiempo se rompe y los protagonistas viven una pesadilla sin fin.
La fuerza del decuartizamiento del barco imposibilita cualquier navegación, y por tanto, la posibilidad de leyenda, decostruyendo también el mito de ‘El holandés errante’ ante un espectador que se enfrentará al racionalismo del hombre moderno y el universo mágico del hombre arcaico, donde lo sentimientos de amor hacia un héroe maldito aún son posibles.
