Autor: Enzo Cormann
Traducción: Fernando Gómez Grande
Conocí a un ingeniero hace tiempo un tipo joven un tanto soñador con un porvenir e historias de amor | un tipo tranquilo y fiable que hacía jogging cortaba el césped | este tipo murió hace dos años en el despacho del director de recursos humanos cuya misión era explicarle que la coyuntura exigía poner en marcha un plan social | y que él iba a pagar los platos rotos a pesar de su excelente trabajo | en otras palabras que iban a tener que despedirle | el magnífico ingeniero en infraestructuras industriales iba a morir por segunda vez a fuego lento a lo largo de los dos años de paro siguientes a su despido | dos años sembrados de entrevistas infantilizantes y de cursillos para subdesarrollados sociales | después murió por tercera y radical vez al ser consciente de su privación de las indemnizaciones a parados | recompensa bien merecida por los veinte años de existencia sacrificados en beneficio de la prosperidad nacional.