Autora: Angélica Liddell
¿Hay desesperanza en la obra? Hay rasgos de desmoronamiento, de rendición ante los hechos. Pero hay una postura de rebeldía, de agitación, en nombre de un compromiso personal, fuera de dogmas, de discursos, de aparatos de partido o de secta ideológica. Y eso es lo que trasciende, la denuncia de la diplomacia del ping pong, como metáfora. El doble lenguaje de toda la comunidad mundial frente al coloso chino. La salvación individual, la libertad por el esfuerzo y la convicción.