Línea y Contorno de un abismo / Laura Aris / Compañía Nacional de Danza de Ecuador / Tercer Festival Internacional de Artes Vivas de Loja
Pablo Palacio, pasajero en tránsito
Esperpentos. Mujeres innobles. Monstruos. La otra cara del realismo social de los años 30’. Esta suele ser la lectura habitual del universo del escritor lojano Pablo Palacio (1906-1947). Pero en la obra de danza contemporánea “Línea y contorno de un abismo”, dirigida por la catalana Laura Aris, los personajes saltan de las páginas de la breve, pero no por ello menor, obra de Palacio y se encarnan en un sujeto plural, formado por 13 bailarines y un músico. En la obra, Pablo Palacio no es tanto un hijo de su tiempo –el escritor, abogado y político socialista, en simbiosis con la sociedad de su época-, sino, más bien, un autor atormentado por sus propias creaturas.
En imágenes fuertes y deliberadamente pausadas, Aris nos muestra el devenir vital de Palacio a través de una gama de personajes que se rebelan contra su propio creador y que, como las espiroquetas de la sífilis –la enfermedad causante de la locura y la muerte del propio Palacio-, giran y giran hasta destruirlo. Estos personajes, nacidos en las páginas de los libros de Palacio, devienen en engendros: hijos e hijas rebeldes, con una existencia propia que desborda las intenciones –buenas o malas- y pone en entredicho la figura del autor. En la función de estreno, sobresalió la interpretación de Rodrigo Becerra, en su doble rol de músico y bailarín, sobre todo en su tensa relación con la “madre-vida” o “madre-muerte”, representada por Yulia Vidal, y las bailarinas del elenco.
Pero en esta obra el personaje de Palacio no sólo está interpretado por Becerra: Palacio también podría ser “Nico Tiberio”, de “El Antropófago” –interpretado por el bailarín Luis Miguel Cajiao-; “El Teniente” –Franklin Mena-, de “Deborah”; o “Andrés”, de la “Vida del Ahorcado” –Darwin Alarcón y Cajiao-. Así, en “Línea y contorno de un abismo”, Palacio es un pasajero y su tránsito de un cuerpo a otro(s) cuerpo(s) es el medio del que saca partido Laura Aris para mostrar la ruptura del delicado equilibrio entre el escritor y sus fantasmas.
En la función de estreno, el diseño de iluminación no logró develar esta lectura particular del universo palaciano. Si el efecto buscado era el claroscuro, la iluminación de la función de estreno dejó gran parte de las escenas en penumbra, lo que posiblemente dilató el ritmo de una obra ya pausada, que depende no tanto del hecho coreográfico como del balance entre lo visual y lo sonoro. La proyección en video algunas frases sacadas de la obra de Palacio tampoco logró el efecto buscado, puesto que la palabra no logra establecer una relación con la imagen. Otro aspecto que tampoco queda del todo resuelto es el uso de la escenografía, el vestuario y algunos objetos de utilería –piedras y huesos-, que operan como como “guiños” a los lectores de la obra de Pablo Palacio, pero que más allá de fines prácticos, no juegan un rol claro en términos del hecho teatral. En contraste, el diseño sonoro se enriqueció –quizá de forma accidental-, con los ruidos provocados por la acción de los intérpretes.
¿Quién fue Pablo Palacio? ¿En qué lugar situar su obra literaria, poco y mal entendida por sus contemporáneos y casi desconocida por sus lectores actuales? ¿En qué realidad se inscribe su universo, a la vez sombrío e iluminado? Quizá la mayor virtud de este montaje es, precisamente, replantear esas preguntas no desde un didactismo fácil, ni soluciones manidas. Esta obra de danza contemporánea pone en tensión el cuerpo y el movimiento con otros lenguajes, para develar una posible lectura –entre muchas otras- de Pablo Palacio y su obra. “Línea y contorno de un abismo” nos invita a leer a Palacio –si aún no lo hemos leído-, o bien, a releerlo. Pero esta virtud podría ser también su mayor defecto, puesto que la valoración de la obra depende en gran medida de un acercamiento previo al escritor lojano. Como toda creación, romperá poco a poco los lazos que le atan a su autora y, esperamos, vivirá una existencia propia.
Alicia López
Obra: Línea y Contorno de un abismo – Concepto y dirección: Laura Aris – Creado e interpretado por: Darwin Alarcón, Luis Miguel Cajiao, Luis Cifuentes, Vilmedis Cobas, Fernando Cruz, Camila Rodríguez, Franklin Mena, Sisa Madrid, María José Núñez, Lizeth Samaniego, Yulia Vidal, Catalina Villagómez y Eliana Zambrano – Creación e interpretación musical: Rodrigo Becerra – Diseño de escenografía: Alicia Herrera y Laura Aris – Diseño de vestuario: Lila Penagos – Diseño de iluminación: Gerson Guerra – Repetidor CND y soporte técnico visual: Jorge Alcolea – Producción: FIALV 2018, Laura Aris y Compañía Nacional de Danza de Ecuador- Teatro Benjamín Carrión, Loja – 16 de noviembre de 2018 – Tercer Festival Internacional de Artes Vivas.