Llega a la Villaroel la historia del enterrador de Paterna
La sala barcelonesa presenta, del 14 de julio al 4 de agosto, ‘L’enterrador’, interpretada por Pepe Zapata
La Villarroel de Barcelona acoge, del 14 de julio al 4 de agosto, ‘L’enterrador‘, una obra escrita dirigida por Gerard Vázquez e interpretada por Pepe Zapata.
Se trata de una producción de Teatro de dos y Mediterránea, que lleva ya más de 80 representaciones. Ha recibido el Premio al espectáculo más innovador del Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid 2023
En palabras de Zapata, «El proyecto nace de las ganas de llevar a escena una obra sobre testigos reales de héroes anónimos, de gente que había visto la guerra civil y la posguerra». A medio camino entre la ficción teatral y el teatro documental, parte de la figura real de Leoncio Badía, llamado el enterrador de Paterna, quien, después de la Guerra Civil, para sobrevivir, tuvo que aceptar el trabajo de enterrador en su pueblo natal.
Más allá de la perspectiva trágica de sus circunstancias personales y de la crudeza de su trabajo (se cree que, en 4 años, enterró a cerca de 2.500 fusilados, entre los que se contaban conocidos y amigos), el aspecto que más golpeó y emocionó a Zapata fue cómo Badia se esforzó, clandestinamente, por poner nombre a todos aquellos cadáveres que habrían quedado en el anonimato de no ser por él: “Creó un sistema para identificarlos a todos. Los lavaba, los ponía bien, guardaba objetos, pelo, apuntaba su nombre en un papelito… pensando que sirviera para su identificación. De noche, se estableció una red secreta de mujeres, madres, hermanas e hijas de los ajusticiados que se encomendaban al enterrador para que les dije dónde estaba su familiar.”
Y continúa, “…desde el principio teníamos muy claro que necesitamos ser respetuosos con esta historia y, para documentarnos, fuimos a dormir a Paterna. Allí, visitando la tumba de Leoncio Badía, conocimos a Maruja, su hija que, ahora, ya contaba 81 años. Le explicamos nuestro proyecto y, ella, con lágrimas en los ojos, compartió hechos íntimos sobre su padre, pero también nos confesó que no se hablaba demasiado en casa de todo aquello. Era como si sobre esa historia pesara una tela de silencio. Necesitábamos tener su visto bueno por la obra y la invitamos a venir..»
Según el actor, no se trata ni de un espectáculo panfletario ni de una propuesta partidista, sino que intenta mantenerse dentro de la fidelidad de aquellos tiempos convulsos, aceptando que se vivieron atrocidades y tragedias en ambos bandos. La propia dramaturgia del montaje permite este distanciamiento mediante la metateatralidad de la premisa, presentando a un actor que se encuentra ensayando la obra sobre el enterrador de Paterna.