Festivales

Llega el turno del Festival Internacional de Teatro de Vitoria-Gasteiz

Una de las citas teatrales más veteranas en Euskadi es la del Festival Internacional de Teatro de Vitoria-Gasteiz que este año celebrará su trigésimo octava edición del 9 de octubre hasta el 29 de noviembre. La variedad de estilos y artistas que se acercarán es una de sus características principales donde la  danza cada vez adquiere más protagonismo, el teatro visto desde una panorámica internacional está presente y las grandes compañías estatales repiten,  sin olvidarnos por supuesto de algunas propuestas vascas.

 

Toda la ciudad se envuelve en teatro y por eso algunas sesiones se realizarán en los centros cívicos aunque como siempre el Teatro Principal es el escenario más importante en el que se llevarán a cabo  la mayoría de exhibiciones  y este año en primer lugar abrirá sus puertas a  Ne m’oublie pas (No me olvides) a cargo de Philippe Genty. Se trata de una nueva versión obra  del artista francés y la noruega Mary Underwood que llega por primera vez al Estado, una adaptación del espectáculo que fue creado en 1992 y que  juega en la escena con la mezcla de diferentes disciplinas como suele ser habitual en todos los proyectos de Genty. La danza, los títeres o las marionetas de gran formato acompañados por el teatro de sombras y la música se funden para evocar a la reflexión sobre la importancia y la capacidad de la imagen.

A continuación y siguiendo con la apuesta por artistas internacionales hay que destacar la presencia en el festival del holandés Jakop Ahlbom que llega para protagonizar Lebensraum, también a la compañía uruguaya Pequeño Teatro de Morondagara con su trabajo Bienvenido a casa, un espectáculo diseñado para ser visto de diferente modo al habitual y por último los Sueños de verano del Circo Pitanga, formación creada por artistas provenientes de Australia e Israel. Lebensraum es una pieza inspirada en la obra homónima de Buster Keaton  y  con la que Ahlbom propone un espectáculo sin texto, un trabajo mímico interpretado por cinco actores entre los cuales se encuentra él, y acompañado por la música en directo de la banda Alamo Race Track que en cada escena se convertirá en uno de los factores protagonistas. Una obra muy bien ambientada y con toques de humor y suspense al mismo tiempo. En segundo lugar Bienvenido a casa de la compañía Pequeño Teatro de Morondagara presenta una comedia negra, nos traslada a una obra dramática sobre la miseria humana donde se relatarán dos historias yuxtapuestas vistas por el espectador a lo largo de dos sesiones y  que plasmarán una situación desde diferentes puntos de vista, una manera un tanto singular y arriesgada de ver el teatro que sin duda removerá al espectador, un trabajo de vanguardia dirigido por Roberto Suárez. Por último, Loïse Haenni y Oren Schreiber son los protagonistas de Circo Pitanga, este dúo circense combinará aéreos, acrobacias y portés con un gran nivel técnico para adentrarnos en lo poético.

Clásicas, contemporáneas, vanguardias son múltiples los adjetivos o categorías con las que podemos referirnos a las obras realizadas por las compañías provenientes del Estado y es que son de los más variadas entre sí, algunas de ellas estrenos en Euskadi, nos centramos en algunas y enumeramos el resto. Pasa por aquí de nuevo la prestigiosa compañía andulaza La Zaranda  con El régimen del pienso, un trabajo que ha sido coproducido por Temporada Alta de Girona. Fiel a su estilo la compañía nos relata una realidad dramática donde la lucha por el puesto, el reparto injusto de lo más necesario y una epidemia son algunos de los ingredientes de esta historia en la que no faltará el particular lenguaje de sus intérpretes, su espíritu crítico, la simbología en grandes dosis y su poética teatral.

Maridos y mujeres de Teatro de la Abadía bajo la dirección de Alex Rigola, que esta vez se atreve con la adaptación de la famosa obra de Woody Allen en la que se relata la complejidad de las relaciones de pareja: enredos, inseguridades, sentimientos todo esto con pinceladas de humor. Luis Bermejo, Miranda Gas, Elisabet Gelabert, Nuría Mencía, Fernando Soto y José Luis Torrijos son los actores que están al frente de esta última producción de la compañía madrileña.

Nao d’Amores  llevará a cabo el trabajo multidisciplinar Farsas y Églogas, mientras en clave de comedia musical , se podrá ver Otro gran teatro del mundo una coproducción de La Compañía Nacional de Teatro Clásico al lado de Uroc Teatro.

A señalar  Emilia de Producciones Teatrales Contemporáneas, Misántropo de Kamikaze o La Tempestad del Barco Pirata., o ¿Quién teme a Virginia Wolf? dirigida por  Daniel Veronesse  .

La escena vasca también dejará su estela en esta cita. Traspasos en coproducción con el Centro Dramático Nacional  y Hernán Zin proponen Nada tras la puerta que nos adentra en el mundo de las fronteras y de los derechos humanos. Mikel Gómez de Segura se vale de diferentes textos de dramaturgos contemporáneos

Hitzak, besterik ez de Hika Teatroa  nos envolverá en el mundo de la palabra, en el mal  uso de  la misma, en la utilización de la palabra como instrumento para ejercer la violencia. Agurtzane Intxaurraga dirige a Jabi Barandiaran, Klara Badiola, Ane Pikaza y Ainhoa Aierbe en este drama que refleja una realidad que desgraciadamente se da en muchas parejas.

Con algo más de alegría Teatro Paraíso narrará para los niños un cuento contado de manera muy particular, de nuevo en escena el clásico Pulgarcito pero esta vez desde una visión  menos clásica realizada por Iñaki Rikarte.

Un guiño a la música se vislumbra con la actuación del intérprete vasco Kepa Junkera al lado de  Ara Mailikian  & La Orquesta del Tejado que amenizarán una de las sesiones del festival protagonizando un trabajo de fusión de estilos musicales y virtuosismo al que han llamado Un viaje en el tiempo.

Como broche final, diferentes coreografías entremezcladas cierran el otoño teatral en Vitoria-Gasteiz, así Sol Picó bajo la mirada de Txiki Berraondo y acompañada por dos bailarines se atreve con Historias de una pulga, una pieza, dinámica bailada a un ritmo trepidante que se adentra en la decadencia y la desolación en un momento de confusión. Danza contemporánea a ritmo de cabaret, electrónica o por qué no música clásica, una obra que te lleva de  un extremo al otro.

Otro estilo, más clásico y con música barroca de fondo, sin grandes contrastes es el Sueño de una noche de verano del Ballet de Carmen Roche que cuenta con el trabajo coreográfico de Tony Fabre. Y como no hay dos sin tres, finalizar con otras dos compañías  Aracaladanza y Fernando Hurtado que rematan con propuestas dirigidas al público familiar, la primera Constelaciones una idea de Enrique Cabrera inspirada en el universo de Joan Miró y la segunda Charlie una pieza muy cuidada premiada en la anterior edición de Feten , que pone especial interés por los más pequeños,  donde se trasladan un cúmulo de diferentes emociones y sensaciones para recordar la figura del emblemático Charles Chaplin y el cine mudo. En el reparto  los bailarines Inma Montalvo, Nuria Estébanez, Sergio Moya, Pablo Lomba y el coreogáfo y director Fernando Hurtado, que se sube


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