El viernes 1 de abril la compañía Lombó Teatro estrenará el espectáculo «Azul Ultra» del argentino Martín Piola, codirigido con la también argentina Natalia Gabriela Miguel. Serán unas funciones de carácter especial en el Espacio de Arte Experimental «El Gallo» –coproductor del espectáculo– con un aforo muy limitado, por lo que repetirá función el siguiente viernes 8 de abril. El espectáculo es el resultado de la primera convocatoria y manifiesto realizados hace exactamente un año entre los estudiantes de la escuela de teatro de LOMBÓ y que luego de 100 intensas sesiones de trabajo ve la luz. Una propuesta comprometida en la línea de las dramaturgias de actor y a su vez de intentar incorporar a las artes escénicas a las búsquedas recientes del arte y la estética contemporánea, en contraposición a un teatro que aún no ha podido superar los esquemas del siglo XX.
Más allá de la remanida función pedagógica que ya existe en otros medios artísticos, el espectáculo se pregunta si hay algo provechoso detrás de cada representación teatral, sean símbolos, arquetipos, un inconsciente a descubrir o conceptos novedosos que permitan repensarnos. ¿Hay emoción en el teatro o es una mera convención? “Azul Ultra” es un choque dialéctico de caracteres que presenta el elitismo y dualidad del artista contemporáneo, así como la hipocresía de los cultos ciudadanos que así nos dejamos entretener.
“LOMBÓ” es un joven proyecto artístico nacido en 2008 en Salamanca que ha reunido a jóvenes actores, músicos, artistas plásticos y multimedia procedentes de España, Italia, Argentina y Colombia. Con el objetivo de crear espectáculos teatrales de calidad lo dirigen Natalia Miguel y Martín Piola, quienes cuentan con experiencia artística y pedagógica en una decena de países, primero «militando» en la compañía argentina «El Rayo Misterioso» y fundando luego LOMBÓ. El primer espectáculo del nuevo proyecto fue “Jesús de Topas” que cumplió presentaciones además de España, en el “IV Festival Iberoamericano de Teatro de Mar del Plata” (Argentina) y en la ciudad de Bogotá (Colombia). Al año siguiente es el estreno de “Caviar con Canela”, otro espectáculo de autoría propia, que recibió la distinción “Jóvenes Directores y Dramaturgos” de Castilla y León. Por su escuela de teatro han pasado en estos dos años más de 200 alumnos.
Azul Ultra, de Martín Piola
Con la Plaza Mayor de Salamanca de fondo, tres actores y tres actrices dejan el cuerpo en una atropellada sucesión de cuadros contrapuestos, para descubrir si el arte es efectivo contra los conservadores medallones que adornan la Plaza e inundan las almas de los viandantes.
En el primer cuadro el espectador se asoma a la violenta relación de un artista plástico y su mujer, mientras que en el segundo a la vida pasada de un niño zarrapastroso con su decrépita tutora. En el último, asiste a los ensayos siempre inacabados de dos actores que fuera de escena son una policía local y un militante antisistema. Las tres parejas viven su mundo particular en que la agresión está solapada en nuestras costumbres, y donde el narcisismo palpita con más fuerza en los abusos de poder y en los enquistamientos de los roles opresivos.
Paralelamente “Azul Ultra” trata también acerca de un gris personaje de Chéjov incapaz de asumir que sus altas expectativas creativas y políticas ya no se cumplirán. Aturdido por el alcohol, revivirá imágenes de un universo siempre melancólico por lo que Zizek llamó “aquellos buenos tiempos en que el arte oficial era conservador y la vanguardia se dedicaba a provocar a la gente».
