El Chivato

Los candidatos a los Max dijeron NO a la guerra

La fiesta de los candidatos a los Premios Max de teatro se convirtió en un grito contra la guerra protagonizado por todos los candidatos, leyendo un comunicado en donde pedían una postura clara de Alberto Ruiz-Gallardón respecto a la guerra, solicitando que se desmarcara de la tesis de su partido y dimitera de su cargo. Desde las ocho de la tarde, policías de uniforme y de paisano tomaron la sede de la Comunidad de Madrid como si la estuvieran defendiendo de un ataque de misiles. Había más policías que invitados a esta fiesta previa a la entrega de los Premios Max, cuya ceremonia tendrá lugar en Vigo, el 5 de mayo, tras negarse Manuel Fraga a que se celebrara en Santiago de Compostela.
Para evitar los primeros problemas, Ruiz-Gallardón eliminó del protocolo la recepción que otras veces hace a los actores en la puerta de la Comunidad. Les esperó dentro, conversando con otros invitados, entre ellos Eduardo Bautista, presidente de la Sociedad General de Autores, organizadora de los galardones. Los actores fueron llegando con sus pegatinas pacifistas. No hubo gran presencia de candidatos, aunque se sumaron otros sin nominaciones.
Pilar Bardem era la más requerida por las cámaras de televisión, como candidata a la mejor actriz de reparto por 5 mujeres.com y como actriz comprometida con la Plataforma de la Cultura. Cuando vio tanto policía dijo: «La palabra nunca es peligrosa». Anabel Alonso se encargó de presentar el acto que no se celebró. Subió al escenario para entregar los maximinos (replica del Max) a los candidatos y fue interrumpida por los candidatos, entre ellos toda la delegación vasca, uno de ellos luciendo uan camiseta alusiva al cierre cautelar del periódico Egunkaria.
Tomó el micrófono, en representación de todos, Roberto Enríquez y, después de un minuto de silencio por la muerte de Eduardo Úrculo, le dijo a Ruiz-Gallardón: «Sabemos que usted apoya esta guerra promovida por Aznar, despreciando al 90% de la población, que está en contra», comenzó Enríquez, que Para finalizar, el actor, candidato por La gaviota, dijo: «Si quiere que nos quedemos aquí y celebremos el acto le damos la oportunidad de que rectifique y se muestre contrario a la invasión genocida de Irak. De lo contrario nos marcharemos». Ana Diosdado, prsidenta de la SGAE tomó la palabra para intentar aliviar la tensión, proclamando su rotundo NO a la guerra, pero también la posibilidad de expresarlo en otras circunstancias. Ruiz-Gallardón tomó la palabra para señalar que si era elegido alcalde de Madrid el año que viene volvería a invitar a los actores a su casa.
En la calle otro grupo de actores sostenían una pancarta en referencia a la guerra y allí se dirijieron los candidatos inmediatamente hasta que se fueron uniendo ciudadanos que se adhirieron espontáneamente a la manifestación de repulsa a la guerra.
Un ambiente enrarecido entre todos, se había realizado un acto cívico y político claro y necesario, pero se había entristecido una de las pocas acciones que junta a todo el planeta del las Artes Escénicas. La próxima cita en Vigo, el día 5, ¿con televisión en directo? Seguiremos informando.


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