Críticas de espectáculos

Los hijos de Kennedy/Robert Patrick/José Mª Pou

Crónica del desencanto


Movimiento contra la guerra de Vietnam, lucha contra la segregación racial y por los derechos civiles, Black Power, Martin Luter King, hippies… curiosamente, el mayor periodo de desarrollo económico dio lugar a la década de más importantes movilizaciones en Estados Unidos. Fue precisamente esa prosperidad económica que parecía no tener fin, lo que hizo que occidente creyera que la riqueza podía llegar a todos por igual y que el capitalismo era el sistema perfecto a condición de hacerle algunos pequeños arreglos. En Estados Unidos fue John Fitzgerald Kennedy quien puso rostro a ese capitalismo amable, convirtiéndose en el padre de todos los que creyeron en el lado bondadoso de la sociedad de mercado.

Robert Patrick, uno de los huérfanos del presidente asesinado, escribió ‘Los hijos de Kennedy’ en 1974, cuando la prosperidad que parecía imparable entra en crisis y el sueño del buen capitalismo comienza a evaporarse. Llega la nostalgia de ‘aquellos maravillosos años’ y se inicia el mito de los años sesenta. Patrick construye su texto dando voz a cinco arquetipos de esa generación (una activista hippie, un actor homosexual underground, un veterano de la guerra de Vietnam, una secretaria de clase media y una actriz que aspira a ser como Marilyn Monroe) que se expresan en monólogos independientes, cinco antihéroes que nos cuentan cómo vivieron aquella década. Cinco personajes, cinco monólogos, cinco historias que despiertan un desigual interés. Las más interesantes son las de Rona (la hippie) y Carla (la actriz), la de Sparger (el actor) va perdiendo gas, la de Mark (el soldado) suena algo gastada, y la de Wanda (la secretaria) tiene poco gancho. En conjunto el texto de Patrick ha soportado mal el paso del tiempo. Es muy poco lo que tiene de novedoso el discurso de sus personajes, termina siendo discursivo y aporta bien poco al desarrollo de la acción. De hecho no existe progresión. ‘Los hijos de Kennedy’ nos conduce al mismo lugar del que partimos sin que el viaje nos haya aportado demasiado. Hay un buen trabajo interpretativo (especialmente Fernando Cayo y Maribel Verdú) y una puesta en escena bien planteada que intenta aportar el atractivo del que el texto carece, pero la función se hace larga y no consigue evitar cierta sensación de cansancio. Aplausos los hubo y en buen número.

 

Joaquín Melguizo

Publicado en Heraldo de Aragón 1 de febreo de 2014

 

Obra: LOS HIJOS DE KENNEDY

Autor: Robert Patrick.

Produce: Trasgo/Focus/LaZona.

Intérpretes: Maribel Verdú, Emma Suárez, Ariadna Gil, Fernando Cayo y Alex García.

Escenografía y vestuario: Ana Garay.

Iluminación: Juanjo Llorens.

Audiovisuales: Álvaro Luna.

Espacio sonoro: Isabel Montero.

Versión y dirección: José María Pou.

Teatro Principal de Zaragoza.

30 de enero de 2014.

Aforo completo.


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