Los miembros de Animalario visitan el Teatro Romano de Mérida para preparar su Titus Andronicus
Es la compañía de moda, la que todos los programadores escénicos sueñan acariciar; la que barre en la taquilla y avasalla en los galardones -cuatro Premios Max en 2008; tres en 2007; cuatro en 2006; dos en 2004; uno en 2001-; la que enamora a la crítica. Es Animalario, un grupo de amigos -ampliado a un sobresaliente equipo de colaboradores- que no ha hecho ascos en sus trece años de trayectoria a representar sus espectáculos en salones de boda, casas, habitaciones, espacios de edificios singulares… Incluso se han atrevido a actuar en salas de teatro.
Dominique Borrini y Beatriz San Juan (foto: cfLópez)
Ahora dan un paso más en su heterodoxa manera de concebir las artes escénicas: llegan al Teatro Romano de Mérida; y eso es muy serio. Se enfrentan, por primera vez, a un espacio que impone un respeto incomparable; y no se puede confiar nada al azar. Por eso, el 20 de abril se acercó hasta el inigualable marco emeritense una nutrida representación de la compañía que pondrá en escena el ‘Tito Andrónico’ de Shakespeare el próximo mes de julio dentro de la programación del 55º Festival de Mérida.
Joseba Gil (productor), Beatriz San Juan (responsable del espacio escénico y el vestuario) y Dominique Borrini (ilustre iluminador galo), comprobaron ‘in situ’ la magnificencia de las piedras que envolverán su próxima propuesta teatral y ultimaron los detalles de su puesta en escena: diez actores y dos músicos darán vida a los personajes creados hace cuatrocientos años por el bardo británico sobre un escenario que ocupará la orchestra del Teatro, buscando, como siempre, que la relación del espectáculo con el espectador sea la clave.