Los nuevos creadores teatrales se citan en el CENIT de Sevilla
Intercalado entre las dos semanas en las que acontecerá el MITIN, entre los días 15 y 18 tendrá lugar una nueva edición de CENIT, Certamen de Nuevos Investigadores Teatrales, que en su breve pero intensa historia, con tan solo tres ediciones a sus espaldas, se ha erigido en un espacio programático con entidad propia.
La programación del CENIT parte de una convocatoria anual internacional dirigida a nuevos creadores teatrales que desarrollan un lenguaje experimental y de investigación. Su objetivo es promover el teatro como indagación artística. Su lema «Otro teatro es posible» significa una alternativa frente al teatro que apuesta por los nombres televisivos y el mercado como referente primordial. La fase final de la cuarta convocatoria, a la que han concurrido 75 propuestas, cuenta con la participación de seis compañías, además de la ganadora de la pasada edición, loscorderos.sc que es la encargada de inaugurar este IV CENIT. David Climent y Pablo Molinero regresan con El cielo de los tristes -o la imposibilidad de ser mejor persona-, un trabajo que ahonda en el particular lenguaje que ha hecho que sean muchos los seguidores de este reducido rebaño, su forma de presentarse en escena mediante la cual partitura física, palabra, iluminación y demás elementos que componen la obra –y que manejan los propios intérpretes– forman un todo sin estabular.
A partir de la inauguración, el CENIT se divide en tres jornadas de a dos propuestas cada. La primera permitirá adentrarnos primero en la oscuridad de los muros de la prisión en la que la protagonista de La esclusa de Michel Azama aguarda su liberación, que llegará con el amanecer del próximo día, en un puesta en escena de La Sed Teatro y protagonizada por Elisa Marinas, y viajar, en segundo lugar a Eldorado de la mano del cántabro Espacio Espiral que dirige Cristina Samaniego. Basándose en crónicas de Indias y la obra ‘Lope de Aguirre, traidor’ de Sanchis Sinisterra han creado El mar dulce, cuya construcción se ha basado en la creación de identidades neutras, cuerpos en actitud de escucha total capaces de rescatar personajes del pasado y traerlos al presente.
El programa del día 17 comienza con la actuación de Perpetummobile con su opera prima Hipólito o la mirada de Hipólito, una obra con dramaturgia y dirección de Antonio Morcillo López que ofrece una mirada a la tragedia de Fedra a través de la obra del poeta griego Iannis Ritsos y el dramaturgo sueco Per Olov Enquist. Le acompaña en la agenda del día la sección joven de la compañía Réplika Teatro con Combate de negro y de perros de Bernard-Marie Koltés. Dirigida por Mikolaj Bielski y Borja Manero, la obra se sitúa en un no-lugar que es el espacio de la no-responsabilidad, donde lo individual, asentado sobre la nada, está por encima de todo.
Así se llega a la jornada de clausura, cuya apertura corre a cargo de Alcachofa Visual con su montaje debut, Azul, propuesta interdisciplinaria y gestual en cuya gestación e investigación reconocen haberse perdido durante dos años, para finalmente, llegar a la historia de una niña que perdió su corazón. La segunda de las propuestas del día y última de esta edición tendrá como protagonistas a Trasto Teatro y Silencio Danza, que se han propuesto aunar sus respectivas disciplinas en torno a No es la lluvia, es el viento, con el gran reto de capsular en el movimiento la multiplicidad de significados y el alarde lírico de una obra de enorme calado poético.