‘Los pálidos’ y ‘El proceso’, nuevos estrenos en el CDN
La autora Lucía Carballal debuta como directora en una obra sobre el mundo de la televisión, mientras que Ernesto Caballero firma la nueva versión del clásico de Kafka
El Centro Dramático Nacional estrena dos montajes propios en los próximos días. ‘Los pálidos‘, escrita y dirigida por Lucía Carballal, se representará del 15 de febrero al 26 de marzo en el Teatro Valle Inclán de Madrid, mientras que ‘El proceso‘, con dirección y dramaturgia de Ernesto Caballero, estará en cartel del 17 de febrero al 02 de abril en el Teatro María Guerrero.
‘El proceso‘, de Franz Kafka, cuenta en el reparto con Felipe Ansola (Estudiante, Azotador, Fabricante), Olivia Baglivi (Señora Bürstner, Leni, Niña Titorelli 1), Jorge Basanta (Willem, Huld), Carlos Hipólito (Josef K.), Alberto Jiménez (Franz, El pintor Titorelli, El capellán de la prisión), Paco Ochoa (Juez instructor, Hombre alto, El tío Albert, Block), Ainhoa Santamaría (Señora Grubach, Mujer del juzgado, Niña Titorelli 2) y Juan Carlos Talavera (Inspector, Ujier, Jefe de departamento).
Afirma Ernesto Caballero que «los juicios son representaciones teatrales y viceversa. Ahí tenemos esa obra maestra ‘Las Euménides‘, en que Esquilo plasma el proceso contra Orestes en el Aerópago ateniense. Josef K. en nuestra versión también se enfrenta al tribunal de la ciudadanía, la del público de nuestro tiempo que observa en la distancia del espectador los desmanes de un imperecedero entramado burocrático-administrativo cuya única lógica y razón de ser es su propia subsistencia. Nosotros contemplamos las tribulaciones del infortunado Josef K., y este a su vez, nos contempla impotente esperando -como espera de ese anciano que ve asomado a la ventana momentos antes de ser ejecutado- una intervención salvadora en el último momento que nunca ha de llegar».
La puesta en escena se inspira en el relato que el personaje del capellán de la cárcel le refiere a K. en el penúltimo capítulo de la novela: la historia del reo que permaneció toda su vida a las Puertas de la Justicia tratando infructuosamente de franquearlas hasta perecer en el intento. «El acceso cegado a unos arcanos inaccesibles al común de los mortales se concreta visualmente en una concepción escenográfica que remite a la oscura sacralidad de un arbitrario aparato judicial, sobre cuyo estrado actúa un coro kafkiano, como un personaje proteico y multiforme, acaso la encarnación de las peores pesadillas del acusado Josef K. y también de las de todos nosotros, tal que las peligrosas furias que atormentaron y acusaron a Orestes en Las Euménides».
‘Los pálidos‘
‘Los pálidos‘, interpretada por Israel Elejalde (Jacobo), Miki Esparbé (Max), Natalia Huarte (María), Manuela Paso (Gloria) y Alba Planas (Miranda), transcurre en una writer’s room: la habitación en la que los guionistas escriben las series de televisión que, cada día más, ocupan nuestro tiempo como espectadores. En una de estas salas, un guionista veterano y su equipo se sobreponen al fracaso de su último trabajo: una serie sobre un club de voleibol femenino que pretendía ser un canto a la sororidad femenina pero que ha sido defenestrada por sexista. Caídos en desgracia, y en la que seguramente sea su última oportunidad de mantener el empleo, deben pelear de nuevo por crear un éxito, haciendo malabares ideológicos entre lo mainstream y la corrección política, el efectismo y la honestidad, entre lo que es bueno para la ficción y bueno para sí mismos.
Este proceso es el marco en el que emergen sus vínculos de amor y rivalidad, su miedo a ser derrotados y, sobre todo, las relaciones de poder que van dibujando un latente conflicto de clase. Juntos deberán encontrar un relato común, una ficción relevante que vuelva a darles un lugar en el mundo. Al fin y al cabo, esta es la única manera de sobrevivir en el epicentro de una industria feroz y en el seno de un sistema económico que permanentemente busca la novedad y que desecha sin miramientos a quien carezca de brillo o se haya quedado atrás. En los tiempos del llamado “consumo responsable”, ‘Los pálidos‘ cuestiona la posibilidad de la pureza y las contradicciones de una revuelta que tiene lugar en el corazón mismo de una industria millonaria.
«Tener una voz propia, ser especial, marcar la diferencia… son obsesiones de los personajes de esta obra, pero también de nuestro tiempo, quizá como acto reflejo ante el terror a quedar obsoleto y por tanto al margen, sin que nadie venga a buscarnos -señala Lucía Carballal, quien debuta como directora en esta obra-. Todo eso es lo que late en el fondo de ‘Los pálidos‘ y la televisión es el contexto que me ayuda a abordarlo. Un contexto que, por otro lado, es fascinante en sí mismo. A veces digo que me ha criado la televisión porque pasé muchas horas delante de ella cuando era niña. Estábamos al comienzo de los 90 y nadie hablaba de emociones, pero todas aquellas series que me acompañaron cumplieron el rol de los mitos: explicarme el mundo como lo hace la cultura popular, de manera muy sencilla y sin pedirme nada a cambio.