Los villanos de Shakespeare/Steven Berkoff/Manel Barceló
Las mil caras del villano
El actor, director y dramaturgo inglés Steven Berkoff escribió en 1998 ‘Los villanos de Shakespeare’, un texto en el que analiza desde una particular perspectiva algunos de los más célebres malvados del teatro shakesperiano. Yago es un villano mediocre, Ricardo III un profesional inteligente y sanguinario, Shylock un villano social, Macbeth un aficionado al que se le despierta la ambición con algunas promesas y Hamlet, que entre la duda y el no saber qué hacer, se lleva por delante a seis personas. Coriolano y Oberón, completan el cuadro de viles personajes.
El propio Berkoff dice en su prólogo: ‘Recuerdo que nunca fui capaz de fijar realmente de qué quería hablar y que nunca supe qué quería decir (…) Yo quería explicar los personajes como lo hace un actor y explicar qué significan para mí». Tanto lo uno como lo otro se dejan notar en escena.
Aunque el texto está construido con habilidad (no en vano Steven Berkoff atesora años de experiencia) algunas de sus partes a duras penas se sostienen (la equiparación entre Coriolano y Bill Clinton es cuanto menos forzada), resultan tópicas y se rinden a una comicidad extremadamente obvia (su lectura de Macbeht y Lady Macbeht) o se antojan en exceso discursivas (la explicación sobre el pentámetro yámbico y su correspondencia con el endecasílabo castellano). Lo que sí aparece con una límpida claridad es la lectura personal que Berkoff hace de cada uno de ellos, una lectura que llega al espectador bajo la forma de provocadora comicidad. Su sarcasmo alcanza por igual a actores consagrados, crítica e incluso al propio público. Tras su jocosidad gamberra, su entrar y salir de este o aquel personaje, se encierra un rendido homenaje al arte de actuar, homenaje que se vuelve superlativo de la mano de Manel Barceló, cuyo trabajo (pese a algún tropezón textual) está en muchas ocasiones bastante por encima del texto. Su trabajo es, de hecho, el atractivo principal de la función. Es muy difícil maniobrar entre un continuo cambio de tonos y registros, agarrar en sólo unos segundos la pulsión íntima de un personaje y ser capaz de mostrarla con convicción. Manel Barceló lo hace. Su Ricardo III o su Shylock son espléndidos y despliega su enorme potencial de recursos mímicos y gestuales en la escena de Hamlet, posiblemente lo mejor del espectáculo.
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón 10-11-12
Obra: Los villanos de Sakespeare – Autor: Steven Berkoff – Versión: Màrius Serra – Intérprete: Manel Barceló – Música original: Joan Alavedra – Vestuario: Mariel Soria – Iluminación: Quico Gutiérrez – Dirección y escenografía: Ramon Simó – Produce: Sala Muntaner – Teatro del Mercado – Zaragoza- 8 de noviembre de 2012 – Un tercio del aforo.