Anoche mientras veía televisión para enterarme de los resultados eleccionarios en mi país, escuché un muy mal chiste, el cual necesita ser explicado porque ni yo mismo lo entendí inmediatamente.
Estamos en pleno proceso eleccionario para presidente de esta frágil republica con ínfulas de “en vías de desarrollo” y ayer fue la primera ronda de votaciones entre 7 candidatos. Como era de suponer, según las encuestas profusamente difundidas, aunque todos sabemos cómo las encuestas pueden ser fácilmente manipuladas a conveniencia por grupos de poder, las 2 primeras mayorías fueron las antípodas del pensamiento; uno de extrema derecha y el otro de extrema izquierda, blanco y negro, aunque los dos aseguren ser moderados de tonos grises.
Y lo más impresionante, el mal chiste, es quien obtuvo el tercer lugar de las preferencias; un candidato que nunca estuvo presente en la campaña electoral por estar viviendo en Estados Unidos de Norteamérica y al parecer tener una demanda judicial vigente en chile por el no pago de la manutención de sus hijos.
¿Qué?
Como lo leen, está es una clara prueba de que el teletrabajo sí es efectivo. Sin jamás haber participado de un debate político con sus adversarios, una confrontación directa de ideas como para que los votantes pudiesen formarse un juicio, logró meterse en el inconsciente de los votantes, quienes de manera inconsciente votaron por él.
El tan manoseado populismo de sonrisa fácil fue nuevamente eficaz pues las promesas vacías pudieron más que los planes concretos, aunque debo confesar que, de planes concretos y bien desarrollados basándose en datos precisos y cuantificables, tuvimos poco y nada.
Lo que se viene es un misterio de esos que dan para especular, pues sea quien sea elegido en la segunda ronda, nuevamente este país se va a polarizar.
¿Y gracias a quién?
A ellos mismos, los políticos quienes hacen mal su trabajo hasta el punto de decepcionar a muchos, quienes ya no se interesan por votar.
¿Los políticos hacen mal su trabajo?
De verdad yo creo que no, porque al decepcionar a la gente, quienes siguen votando de manera ordenada, son quienes los han elegido a sabiendas de que son capaces de manipularlos para obtener beneficios personales, beneficios que por supuesto en algo tocan a los elegidos.
Se ha llegado al colmo de que una ley de pesca le fue enviada por mail al político quien debía redactarla ¿por quién? por una poderosa compañía pesquera.
El ladrón persiguiendo al juez.
Afortunadamente este hecho fue descubierto, la compañía pesquera fue sancionada, el político cesado de su cargo y la ley no fue aprobada.
Increíble de nuevo, pero esta última frase es como esos finales de película que uno quisiera, pero que nunca son así.
La compañía pesquera logró su objetivo para asegurar intereses económicos, el político continúa ejerciendo sus honorables funciones y la ley si fue aprobada.
¿Tomadura de pelo?
¡No! Realidad, nuestra triste realidad de país tercermundista con ínfulas de nación desarrollada.
De verdad creo que el desarrollo está más en una buena convivencia social que en números azules de una planilla de cálculo.
Y no es chiste.
Patricio, el rey del misterio, buenos días … Sobre que país escribís ………..?
Porque las características que mencionas nos incluye a casi todos los sudacas, o a la mayoría.
El mío es un país con ínfulas de «en vías de desarrollo» y nos pasan cosas de todo tipo y peores que «la Ley de Pesca».
Un saludo cordial desde Buenos Aires, Argentina. Atte. Juan Lupi
Hola Juan Manuel, Patricio escribe desde Chile.
Gracias por leernos.
Saludos
Patricio, que regalo sería que me ayudaras a entender a mi país, es una utopía, pero como tal no es realizable aquí y ahora.
Pero en algún tiempo, quizás
Gracias, Juan