Autora: Carmen Pombero
Director: Patxi Pérez
Intérpretes: Ana Pérez, Pilar Guerra, Mari Cruz Melgosa Miriam Cabeza, Osmar Vázquez
Compañía: glu-glu
Barakaldo Antzokia; 25-10-2008
Comedieta sin grandes pretensiones y de fácil resolución, donde bajo una sola trama y en un acto, el texto no es más que un pre-texto para engarzar una serie secuencial de gags ni demasiado aburridos, ni demasiado logrados. El humor se organiza en rededor de tópicos y de roles recurrentes que dotan a la mujer de sus grandes “virtudes”, a saber, desconfianza, histeria, ambición, mentira, debilidad sexual, dependencia, falta de decisión… y entre ellas, el hombre, en este caso inmigrante cubano y “medio negro”, es decir, mentiroso, zalamero, ladrón, estafador y, cómo no, un encantador de serpientes a golpe de entrepierna; pero en cualquier caso no es ni pretende ser una obra de mensaje ni con mensaje.
Formalmente la obra empieza en una especie de clímax, a modo de in media res; cuenta además con golpes de efecto musicales a caballo entre el play back y el directo, y encajados un poco a contrapelo, más al servicio de un cambio de escenario o de ropa, que de la obra en sí.
En esta línea, la escenografía vuelve a delatar la humildad de medios y su pequeño formato, quizá ensalzado por la acústica, tamaño e iluminación de un teatro medio, pero perfectamente representable en salas menores, incluso en la sala de reuniones del club de jubilados de Alpedrete (por ejemplo).
El ritmo es algo lento, a veces incluso carece de ritmo, consecuencia sin duda de querer llenar la carta sólo de entremeses, esto es, de organizar una concatenación de chistes en una obra mayor, problema más de guión que de dirección.
Es en definitiva una pieza de las de pasar el rato sin mayor objetivo que el de soltar alguna sonrisa y un par de carcajadas, todo ello destinado a un público que busque la evasión y el ocio en el teatro.
