Marcel·lí Antúnez presenta ‘Pol’, un espectáculo «megatrónico»
Marcel·lí Antúnez, ex componente de La Fura dels Baus, presentará ‘Pol’ en el Mercat de les Flors de Barcelona –dentro del Festival de Verano Grec 2002–, un espectáculo «megatrónico» con dos actores, cinco robots hechos con animales disecados y la participación de parte del público, una forma escénica llamada ‘dramaturgia interactiva’. La obra tendrá por ahora una duración breve en Barcelona, del 18 al 20 de julio, aunque después de una gira por España y Europa volverá al Mercat a finales de mayo próximo. ‘Pol’ es un cuento que explica las peripecias de una conejo con este mismo nombre que se enamora de la cervatilla Princepollu, hija del rey del bosque, Cervosatan. La princesa, virtual, es una adicta a las salchichas que ayudará al conejo a huir de los esbirros del rey, los robots. La obra, sin embargo, no es sólo un cuento, sino también un «espectáculo megatrónico», ya que en él «convergen la informática industrial (robots) y la informática aplicada a los audiovisuales», aclaró Antúnez, director e intérprete de la obra.
El ‘rey’ es en realidad un ciervo disecado al que el responsable de los robots, Roland Olbeter, le puso dos ruedas y lo convirtió en un robot «autónomo». El resto de robots son Sap («presentador de circo y sapo neumático»), la perra Lopa (experta en Kung Fu), la víbora Serpe (con más de una docena de pistones) y la cerda alegre y peluda, la cocinera Jaba. Antúnez y el italiano Piero Steiner son los únicos actores de este espectáculo.
Con toda esta «gramática tecnológica», como la calificó hoy Antúnez, director e intérprete de la obra, se pretende hacer un recorrido donde los instintos van cambiando y finalmente triunfa el amor. «Tiene referencias de Hansel y Gretel y de otros cuentos menos conocidos del romanticismo alemán. Es un supercuento que va incluyendo otros cuentos», dijo Antúnez.
«El espectáculo es un cuento para todos, incluso para niños, en el que intentamos explicar que nos gusta querer y ser queridos», dijo hoy Antúnez, quien añadió que ‘Pol’ tiene «muchas referencias de forma sutil e irónica que se pueden ver en muchos cuentos». El director e intérprete reconoció que por el hecho de tener una niña pequeña, «me he tenido que tragar Bambi y Dumbo, y esto me ha provocado una especie de cóctel molotov» que se refleja en su obra.
El argumento, según Antúnez, tiene dos planos, uno para los «expertos», o sea, los actores, y otro para el público, «que encuentra un ‘interface’ que no conoce para una intervención básicamente sonora, pero en algunos momentos también de carácter gráfico». Una parte de los espectadores, según contó el director, podrán sentarse justo al lado del escenario y en una intervención «democrática» gracias a unos joysticks gigantes podrán participar en el espectáculo.