María Velasco gana el XXXI Premio SGAE de Teatro Jardiel Poncela 2022 con ‘Primera sangre’
La obra indaga en nuestra relación con el miedo y su construcción
La dramaturga burgalesa María Velasco se ha alzado con el XXXI Premio SGAE de Teatro Jardiel Poncela 2022, certamen convocado por la Fundación SGAE con el objetivo de impulsar y visibilizar la creación y dramaturgia contemporánea de excelencia. ‘Primera sangre’ es el título de la obra con la que la autora ha obtenido este reconocimiento que incluye una aportación en metálico de 8.000 euros y la publicación del texto dentro de la colección TeatroAutor de la Fundación SGAE. Además, la pieza formará parte de la programación del Ciclo SGAE de Lecturas Dramatizadas el próximo año 2023.
Ana Graciani, directora institucional de Artes Escénicas de Fundación SGAE, le ha hecho entrega del galardón coincidiendo con el final del 26º ciclo de lecturas de la Fundación SGAE en la Sala Berlanga de Madrid. El pasado martes, la muestra registró el lleno absoluto con el estreno en formato de lectura de la obra ‘Muero porque no muero (La vida doble de Teresa)’ de Paco Bezerra, censurada por los Teatros del Canal, que ganó el Premio SGAE Jardiel Poncela en su anterior edición.
«El Jardiel Poncela llega en un momento muy especial, como un salvavidas, ahora que, como productora de mi obra, tengo que echar números todo el rato», confiesa Velasco al recibir la noticia. La dramaturga vive un momento dulce tras haber ganado este mismo año el Max a Mejor autoría teatral por su anterior obra, ‘Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra’: «Más que a ser top, aspiro a ese cuarto propio (de espacio y de tiempo) para escribir de lo que verdaderamente me importa. Es imposible profundizar si sobrevivir te obliga a una agenda más propia de una concejala de cultura y festejos».
Independiente y emprendedora, Velasco ya cuenta con una trayectoria consolidada de casi dos décadas alejada de los circuitos más comerciales y de los grandes teatros nacionales, donde siente que solo tuvo una oportunidad real en 2019 con ‘La espuma de los días’. Su dramaturgia incomoda y subvierte ideas como la feminidad, el género, la violencia o el deseo. «Ni mis textos ni mis montajes ofrecen excelencia, solo un universo personal que se nutre, sobre todo, de la infancia y de una encrucijada de referencias. Siempre que me preguntan por la autoficción (aunque prefiero hablar abiertamente de autobiografía) respondo que, finalmente, es algo baladí, porque cada uno de nosotros y de nosotras escribe sobre ‘su aldea’: los límites de la subjetividad y de la experiencia son los límites de los mundos posibles que creamos en nuestras ficciones».
Un jurado, presidido por la dramaturga Gracia Morales y compuesto por los autores Paco Bezerra (anterior ganador de este premio), Ángeles Villaescusa, Víctor Sánchez, Gonzalo Ubani, Paloma Pedrero, Daniela Feixas, Fran Lausen, Laura Iglesia, José Luís Prieto, Antonio Morcillo y Eva Hibernia, ha elegido esta obra de entre un total de 183 textos presentados. Y ha destacado sobre todo la capacidad de riesgo y la poeticidad de su propuesta.
Se trata de una obra muy personal, donde se conjuga lo realista con lo onírico, a partir de una estructura ambiciosa y valiente. Las temáticas –la violencia y el abuso de poder sobre el cuerpo de las niñas, la infancia femenina, el miedo…– resultan muy poderosas y están abordadas con un lirismo y una contundencia que logran conmover al lector. «Leí a Félix Guattari que estamos inventando otra relación, con el cuerpo por ejemplo, ajena a la voluntad de poder, a la posesión… Algo así como una «nueva suavidad», lejos ya de esos valores viriles de fuerza física o militar que aún tienen protagonismo en las ideologías fascistas. Creo que mis obras recogen esa transición, por ahora tímida, hacía una nueva suavidad», reflexiona Velasco.
Con elementos prestados del thriller policíaco y del género negro pero situándose de nuevo en una onírica liminalidad, ‘Primera sangre‘ indaga –al hilo del recuerdo del secuestro de una niña de seis años– en nuestra relación con el miedo y en cómo este se construye en sociedad a través de, por ejemplo, los medios de comunicación.